La ministra de Familia, Mujer y Derechos Humanos de Brasil, Damares Alves, hizo un polémica declaración cuando se refería al índice de abusos sexuales de menores en las islas del archipiélago de Tapajós, en el estado amazónico de Pará, zona de gran población indígena.
Alves, que es pastora evangélica, dijo: "Especialistas nos dijeron que las niñas de allá son violadas porque no tienen calzones, la niñas no usan calzones porque son pobres".
Mientras presentaba un programa para disminuir las agresiones sexuales llamado "Abrace a Tapajós", Alves también dijo que combatirían este delito "concientizando" a la población y estimulando la instalación de fábricas y comercios de "esas prendas" (bombachas) para divulgar su uso.
Alves, que dirige una de las carteras más importantes y delicadas del Gobierno, ha sido centro de la polémica anteriormente por festejar -cuando Jair Bolsonaro asumió el poder- el inicio de una "nueva era" en Brasil, en la que "niño viste de azul y niña de rosa", o por decir que "hay que ser sumisa al hombre en el matrimonio".