La policía brasileña desbarató una fábrica clandestina de automóviles que montaba falsificaciones de las marcas Ferrari y Lamborghini en el estado de Santa Catarina, en el sur del país.
La fuerza confiscó ocho réplicas de vehículos de las dos marcas italianas que luego serían vendidos por entre 45.000 y 60.000 dólares, valores sensiblemente inferiores a los de los originales que en el mercado cuestan entre 375.000 y 750.000 dólares.
El operativo se realizó el lunes en la fábrica que funcionaba en la ciudad de Itajaí, a unos 100 kilómetros de la capital del estado, y era dirigida por un padre y su hijo. Ambos serán imputados del delito de crimen contra la propiedad industrial.
Representantes de las marcas de lujo había entrado en contacto con las autoridades para hacer la denuncia.
Los autos eran montados por encomienda y eran publicitados en redes sociales, informó la policía. Las autoridades creen que la fábrica era una de las principales falsificadoras de automóviles del país.