La ola de mosquitos que irrumpió de forma inesperada en otoño a lo largo de toda la región estará por un tiempo más y según los especialistas, todavía no llegó a su pico máximo tras las fuertes lluvias que se registraron durante la semana.
La buena noticia es que estos mosquitos, de la especie Ochlerotatus albifasciatus, no transmiten enfermedades.
Se trata de una especie que se reproduce en los charcos de lluvia y sobrevive a zonas mucho más frías que Buenos Aires.