Lleno total en Miramar de Ansenuza este domingo, si bien no hay una cifra oficial, se calcula que unas 12.000 personas ingresaron a la población de manera espontánea, sin convocatoria e incluso sin tener en cuenta los anuncios oficiales, algo similar a lo que paso en otros puntos turísticos de la provincia.
Córdoba se vio repleto de gente que salió a veranear en un fin de semana donde solo estaba habilitado el turismo para quienes viajaban a sus casas de descanso, muchos usaron ese recurso para poder salir con libertad a disfrutar de las playas de Ansenuza y los ríos serranos, lo que motivó que en algunos lugares se colmara de visitantes, mostrando una postal que correspondería a un fin de semana de enero antes de la pandemia.
El anuncio del gobernador Schiaretti de que desde el 4 de diciembre recién se abre el turismo en la provincia solo para residentes y desde el 1 de enero a nivel general, parece no haber sido suficiente, porque gran cantidad de cordobeses, incluso algunos “colados” de otras provincias, hicieron caso omiso a estas restricciones y salieron a veranear.
Miramar de Ansenuza mostró una postal similar a la de un día de apertura de temporada, pero esta vez sin espectáculo, ni anuncio formal, solo porque la gente decidió salir, lamentablemente muchos, en su gran mayoría jóvenes, sin respetar protocolos por la pandemia. Casi como en un acto de rebeldía.
Algunos ya estaban desde el sábado, pero miles de personas llegaron en una larga caravana de vehículos desde las primeras horas del domingo, para copar todo, incluso a media tarde de la jornada se determinó no permitir más el ingreso de gente cuando aún se observaba una larga fila de vehículos en el puesto de control. Las imágenes que se difundieron de playas y centros de esparcimiento repletos de gente, hablan por sí solas. Más imágenes gentileza de Enrique Ferreyra.
El centro de atención en los jóvenes
La playa central desbordó de jóvenes que por auto convocatoria decidieron encontrase en Miramar, sin respetar protocolos ni recomendaciones, incluso sin utilizar las distintas playas alternativas que se prepararon para este verano con la finalidad de desconcentrar a los veraneantes dando posibilidades de distanciamiento.
El intendente Adrián Walker, consideró que en general las familias que llegaron a Miramar se comportaron correctamente y que el foco de descontrol fue la actuación de los jóvenes, algo que genera preocupación por el peligro de contagio de coronavirus.
“Fue un fin de semana atípico por los jóvenes que se autoconvocaron en la playa sin respetar los protocolos y poniendo en peligro a sus familias, pedimos especialmente a ellos y sus padres que seguramente saben a donde van los chicos, que se cuiden, pueden contagiarse y llevar el virus a sus familiares mayores”, indicó.
En cuanto al control que se había dispuesto, la situación generó que no fuera suficiente ante la poca colaboración de la juventud. “Tuvimos refuerzo de personal policial, aunque aún no comenzó el operativo verano, teniendo en cuenta que el turismo estará habilitado desde el 4 de diciembre. Vamos a evaluar con las autoridades y con el Comité local la situación, hemos visto incluso rotura del vallado de ingresos por caminos alternativos”, remarcó.
A priori el mandatario afirmó que una de las disposiciones que se va a tomar es no permitir el consumo de alcohol en las playas, ya que es el determinante también del descontrol que se produce luego de que se ingiere.
Si bien entre el sábado y el lunes se pudo observar un buen movimiento de gente, el domingo fue el centro de convocatoria. En cuanto al cálculo de la cantidad de personas que ingresaron en esa jornada Walker aseguró: “No tenemos un número exacto de cuanta gente vino, pero en un momento debimos tomar la decisión de que no ingrese más gente, pedimos disculpas a los que no pudieron entrar, gente que viene normalmente a dar una vuelta por la costanera o a disfrutar de estar un rato en la localidad”, concluyó el intendente.