Por Lucía Gardel, de Reverso.
Hace una semana empezó formalmente la campaña electoral de cara a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de 2021, que se realizarán el 12 de septiembre. Hasta ese domingo, y para estar atentos, hacemos un repaso por las desinformaciones más utilizadas en la Argentina en las elecciones presidenciales de 2019.
Además, te contamos cuáles son los contenidos desinformantes que circularon en otros países durante los procesos electorales del último año en caso de que, en esta ocasión, se repliquen en nuestro país.
La sospecha de fraude
Luego de las elecciones primarias de 2019, comenzaron a circular en la Argentina capturas de telegramas con tachaduras o errores y posteos o cadenas, cuya difusión se utilizó para generar la sospecha de que hubo fraude en los comicios.
Pero, como se explica en esta nota de Reverso, la versión de fraude electoral terminó siendo falsa: los telegramas con inconsistencias existen desde 1983, representan menos del 1% y su existencia no implica que exista fraude porque los telegramas no tienen valor legal. En las actas de escrutinio, firmadas por las autoridades de mesa y por los fiscales partidarios, está la información correcta y que sí tiene validez legal.
El año de las elecciones presidenciales también se volvió viral una desinformación que afirmaba que las urnas con cintas rotas en el frente eran sinónimo de fraude, pero esto no es así: es habitual que las autoridades de mesa abran las urnas para retirar los objetos necesarios que vienen dentro para el proceso electoral o verificar que estén vacías, antes de comenzar la elección.
Eso sí: una vez que se verifica que la urna está vacía, se coloca una faja ancha que garantiza la seguridad de la urna y que no debe estar rota, como se puede ver en este instructivo publicado por la Cámara Nacional Electoral (CNE).
Este tipo de desinformaciones que cuestionan la legitimidad de las elecciones no circularon sólo en la Argentina. Durante las elecciones de constituyentes en Chile (11 de abril), las elecciones presidenciales de Perú (11 de abril y 6 de junio), y en las elecciones legislativas de México (6 de junio) también se hicieron virales contenidos falsos que planteaban la posibilidad del fraude (acá, acá, acá y acá), como la acusación de adulteración de actas o documentos firmados por miembros de mesa ya fallecidos.
Fotos editadas, citas textuales que no existen y tuits falsos
Otro recurso utilizado para desinformar es la edición y manipulación de fotos con programas de edición, y las piezas sacadas de contexto. Los zócalos o videographs de televisión -las franjas que aparecen en los canales de noticias con alguna frase- o las tarjetas que hacen uso del logo de algún medio de comunicación con la foto de un candidato y una supuesta frase son muy utilizados para desinformar, porque son creíbles y fáciles de editar.
Por eso, es aconsejable estar atento a las pistas que nos pueda dar la imagen y verificar en Google o en YouTube si la persona hizo esa declaración en algún medio o red social.
En 2019, por ejemplo, circuló en la Argentina una frase falsa de Ofelia Fernández, entonces candidata del (Frente de Todos) y actual legisladora en la Ciudad de Buenos Aires, sobre la obligatoriedad del lenguaje inclusivo en las escuelas, y un zócalo manipulado de una frase sobre los maestros de María Eugenia Vidal, entonces gobernadora de la Provincia de Buenos Aires y actual precandidata a diputada nacional de Juntos por el Cambio por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Además, tanto en Perú como en España circularon supuestos tuits de funcionarios que resultaron ser un montaje, técnica que también fue utilizada en las elecciones presidenciales de 2019 en la Argentina para desinformar (acá y acá).
Videos manipulados o sacados de contexto
En la Argentina, en 2019 circuló un video durante un anuncio oficial en el que Patricia Bullrich, entonces ministra de Seguridad nacional, parecía estar borracha. El video circuló de forma viral en redes sociales, pero era falso: estaba ralentizado y, por ende, no era real.
Durante las elecciones de Perú también circularon grabaciones editadas en TikTok. En mayo último circuló un video en el que parecía que, durante un discurso, le “soplaban” el discurso al actual presidente Pedro Castillo -entonces candidato-, algo que terminó siendo falso porque el audio estaba manipulado.
Audios paródicos o falsamente atribuidos
Por último, un formato muy usado para generar incertidumbre son los audios que se distribuyen por WhatsApp, atribuidos a una persona conocida con alguna frase polémica o fuera de lugar. En 2019, las grabaciones viralizadas afectaron tanto a un lado como al otro de la grieta (acá y acá).
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Ante cualquier contenido, es vital prestar atención a la fuente y no compartir aquella que no sea información verificada. Frente a una cadena de WhatsApp que dice “Reenviado” o “Reenviado muchas veces”, por ejemplo, prestar especial atención, porque eso significa que el autor de ese contenido no está claro y no es quién mandó el mensaje. Y sobre todo, ante la duda, no compartas.
Esta nota es parte de Reverso, el proyecto periodístico colaborativo que une a más de 40 medios para intensificar la lucha contra la desinformación durante las elecciones de 2021. Las vías de contacto para sumarse son: por mail a info@chequeado.com por WhatsApp y /ReversoAr en todas las redes.
Autora: Lucía Gardel
Edición 1: Matías Di Santi
Edición 2: Juan José Domínguez