La vicegobernadora se mostró abierta a hablar en el programa “Perfiles”, que conduce Alejandra Saldivia por Radio Mitre Ushuaia. En primer lugar habló del trabajo en la legislatura, donde la labor es intensa por la multiplicidad de voces y bloques que representan los funcionarios, pero ella remarcó que “es lo que nos sirve para crecer. Mientras exista el respeto, mientras todos podamos dialogar, intercambiar, todos podemos aportar y todo suma”.
Además recordó cómo comenzaron a trabajar desde el inicio, cuando recibieron el mando con varios frentes en emergencia y a esas situaciones se sumó la pandemia. Contó la difícil tarea de remontar la provincia ante ese marco que parecía muy adverso. Aun así, se pudo salir adelante paulatinamente tomando varias medidas que costaron, pero fueron necesarias.
Urquiza contó que, actualmente desde la Legislatura, se están organizando para debatir el presupuesto 2022 y poner en tablas otros asuntos de importancia. En este sentido indicó “como se hace siempre, ¿no?, dar explicaciones de lo que se ha hecho durante este año, que es mucho. Nos falta mucho también. Uno debe reconocer que faltan cosas y por ahí ¿hay errores de gestión? sí, seguro y esto es lo que vamos a ir corrigiendo. Es lo que todos debemos ver y reconocer”, expresó en un acto de sinceridad y autorreflexión.
En relación al trabajo y de cara a futuro, reveló que se buscará conseguir un presupuesto aprobado y no redireccionado, como se tenía. Con esos valores se proyecta comenzar a cubrir las necesidades de la provincia como es el Fideicomiso Austral y, entre otras cosas importantes, la construcción de un edificio para la Legislatura, ya que no cuentan con una sede propia y es necesario también desde lo institucional. “Tenemos que tener nuestro edificio. Tenemos 30 años de provincia”, remarcó.
Desde lo personal, Mónica Urquiza está muy agradecida con Ushuaia y la provincia en general. Llegó y se radicó en Ushuaia el 31 de marzo 1983. Ella considera que este, es su lugar en el mundo. “Soy totalmente agradecida. Este es el lugar, definitivamente, donde terminaré mis años, pero agradecida totalmente, amo este lugar”, dijo y enumeró las bondades que brinda esta tierra. Ella vive con su familia, conformada con Daniel, con quien está en pareja hace 30 años, dos hijos y una nieta. También cuenta con su padre y una hermana.
Desde este costado más íntimo, recordó a Estela, su madre, a quien dedicó la entrevista y quien por cuestiones de salud ha partido hace unos años. Ella la recordó muy emocionada con diferentes anécdotas, pero le quedó una frase muy importante que acuña como un tesoro infinito “Uno tiene que luchar, pase lo que pase y lo mejor, es la familia”. Mónica Urquiza resaltó el valor de la familia y reconoció el acompañamiento de ellos a lo largo de su vida y su carrera como funcionaria. “Uno si no tiene una familia, un entorno fortalecido, hay cosas que cuestan mucho”, resaltó.
Durante la entrevista se le preguntó qué defectos y virtudes tenía. Como defecto, contestó que es de carácter fuerte y determinante. Aunque es paciente y respetuosa, dijo “cuando me enojo, me enojo. Cuando las cosas me molestan y digo ‘basta, se acabó’, se acabó en serio”. Reconoció que le cuesta volver hacia atrás cuando ya tomó una decisión definitiva. Como virtud, remarcó que es responsable y trabajadora. Otro punto a favor es la paciencia y la resolución de problemas desde esa tranquilidad que demuestra su personalidad.
Cuando regresa a su interior a ver qué hubiese sido de su vida profesional y laboral, si no se hubiese desempeñado en la función pública, le hubiese gustado continuar con su carrera en Ciencias Económicas. Por su experiencia como Martillera Pública, también se sintió atraída por la Abogacía y no descartó en algún momento retomar el estudio y lograr esas metas. Mientras tanto, también disfruta estar del tiempo en su casa. Como pasatiempo le gusta hacer manualidades, pintura, tejer, coser. “Esas cosas las hago también, que sirven mucho para descargar y aliviar tensiones”, dijo.
En un resumen de lo hablado, ella contó su pasión por lo que hace, tanto profesional como personalmente. Cumple con el rol, las responsabilidades y funciones de vicegobernadora y de madre de familia. “Encuentro los momentos para hacer todo, porque también, es parte de la vida”, dijo. Agradeció el voto de confianza de los fueguinos y el honor que significa ocupar el cargo que tiene en la función pública, pero recordó que “esto es circunstancial. Esto tiene un principio y un fin, y uno tiene una vida. Somos vecinos y vamos a seguir viviendo acá, y Mónica no deja de ser Mónica”.
Como mensaje final, teniendo en cuenta lo que ocurrió en los últimos 2 años, Mónica Urquiza resaltó que, en este tiempo sucedieron cosas que nos llevan a la reflexión y a recapacitar, de lo que es importante realmente. Remarcó el significado de la familia y los afectos, la empatía entre las personas. “Uno no se da cuenta y corre atrás de lo material, pero a veces no es tan necesario”, dijo. Ponderó la posibilidad que tenemos hoy de disfrutar los reencuentros “la verdad es que nos hemos dado cuenta que necesitamos del otro, necesitamos el respeto y el diálogo. Poder entendernos”, expresó.
También hizo hincapié en las secuelas que dejó este período de pandemia, desde lo psicológico y afectivo. Reflexionó que es algo que hoy quizás no se pueda revelar aun, pero hay cambios en las personas que se van notando “es como que los años se nos vinieron encima”, dijo. Asimismo, mencionó las actitudes de violencia que se viven en otras ciudades y de las que debemos tratar de no llegar en Tierra del Fuego, y volvió a remarcar el respeto y el diálogo entre las personas. “Esto es una parte fundamental de lo que nos espera. La verdad que lo que tiene que ver con los afectos, lo psicológico y cómo nos encontremos todos, eso va a ser para tener muy en cuenta”, concluyó.