Es sabido que la embarcación llegó a la Bahía de Ushuaia y permaneció fondeada hasta tomar puerto, quedando aislado por un brote de coronavirus a bordo. Nueve de los 173 tripulantes arrojaron resultado “positivo” ante el testeo. De este modo, el buque que esperaba casi 200 pasajeros que iban hacia la Antártida, deberá esperar la determinación de las autoridades de salud de la provincia.
La nave debió interrumpir su travesía tras realizar un testeo rutinario y detectar cuatro casos de coronavirus entre la tripulación. Luego, se llevó adelante un análisis de PCR y los contagios aumentaron. Por lo que los agentes sanitarios ordenaron que el buque debía quedarse aislado hasta el 2 de diciembre. Desde que tomó puerto no hubo intercambio de personal ni abordaje de pasajeros, solo se embarcó agua y víveres para los marinos a bordo.
Además, se desecharon los residuos patológicos y se vaciaron los tanques de líquidos, siguiendo estrictos protocolos de seguridad. “Lo positivo es que ninguno cursó la enfermedad con síntomas graves ni fue necesaria su internación en la ciudad” expresó Javier Barrios, el secretario de Gestión de Sistemas Sanitarios del Ministerio de Salud de Tierra del Fuego.
“La idea es volver a realizar un testeo masivo el jueves para ver si todos dan negativo o si debe continuar el aislamiento”, agregó. “Hay tres médicos a bordo, además de una empresa privada de Ushuaia contratada para el seguimiento de los casos que presenta información diaria al Ministerio”, concluyó.