En los últimos años ha disminuido considerablemente la población de pingüinos emperador en la Antártida. Un estudio científico del British Antartic Survey explica que este continente sufre una fuerte crisis relacionada con la reproducción del pingüino. Ya que, las tormentas han roto los glaciares y esto afecta el período de incubación de estos animales.
Miles de crías de pingüino emperador se ahogaron cuando el hielo marino se destruyó debido al mal tiempo.
Casi todas las crías, de una de las colonias más importantes de pingüinos emperador, murieron debido al derretimiento de su hábitat en los últimos tres años. Esta era, en el pasado, la segunda colonia más grande de pingüinos emperadores del mundo.
"El hielo marino que se ha formado a partir de 2016 no ha sido tan fuerte", dice Peter Fretwell, coautor del estudio.
Las imágenes satélitales, estudiadas por el Centro Británico de Investigación de la Antártida (BAS), han mostrado claramente un fracaso catastrófico en la reproducción de esta especie en Halley, ubicado en el Mar de Weddell.
"Las tormentas que se producen en octubre y noviembre aceleran el proceso de destrucción. El hielo marino que antes era estable y confiable, ahora es simplemente insostenible", explica Peter Fretwell.
Esta catástrofe muestra el impacto que el calentamiento en la Antártida podría tener sobre los pingüinos. Ya que, la población de esta especie se podría reducir entre un 50% y 70%.
El pingüino emperador juegan un rol muy importante en la cadena alimenticia, según explica a la BBC Michelle LaRue, ecologista de la Universidad de Canterbury, en Nueva Zelanda.
El futuro de estos pingüinos es incierto. Ya que, si el hielo marino se sigue rompiendo de manera acelerada, las aves jóvenes no tendrán las plumas adecuadas para comenzar a nadar.