Los fundamentos de la iniciativa, que se enmarca en el Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas, detallan que la zona a conservar promueve economías locales más sustentables, valores culturales, fortalece relaciones internacionales y la adaptación al cambio climático.
Además, es campo para la investigación, la conservación de la biodiversidad y la protección de la estructura y funcionamiento de los ecosistemas.
La protección de estas aguas beneficiará a muchas especies del Mar Argentino, no sólo a las que dependen del área para su alimentación, especies que pueden observarse en la superficie, como pingüinos y lobos marinos, y otras que viven en el oscuro y frío fondo del mar, como las esponjas y los corales fríos.
Las aguas de la Cuenca de los Yaganes al sur de Tierra del Fuego representan el punto más meridional de la Argentina continental, y uno de los lugares más remotos y menos explorados del planeta.
La columna de agua cercana a la isla grande de Tierra del Fuego será una reserva nacional marina de usos múltiples, donde se permitiría la pesca. Y un amplio sector más alejado de la costa tiene su columna de agua zonificada como parque nacional marino.
Namuncurá/Banco Burdwood II, en tanto, forma un polígono dividido en dos áreas: al oeste, en el sector proyectado como reserva nacional marina, se contempla el uso sostenible, conforme lo disponga el plan de manejo.
El proyecto fue aprobado por todas las bancadas, aunque el peronismo reclamó algunos cambios que el oficialismo prometió incluir en una nueva sesión en marzo.
El fueguino José "Nato" Ojeda, por ejemplo, pidió que al área "Namuncurá/Banco Burwood II" le cambien el nombre por "Héroes del Atlántico Sur" ya que en sus aguas se encuentra el Crucero General Belgrano, hundido durante la guerra de Malvinas.
En tanto, el rionegrino Miguel Angel Pichetto reclamó que el Consejo Federal Pesquero forme parte de las autoridades de aplicación en la protección de las Áreas Marinas Protegidas.