Veteranos de Guerra de Malvinas cuentan ese momento histórico

Tres Veteranos de guerra nos cuentan cómo fue su participación en la última gesta patriótica ante un oponente poderoso

museo pensar Malvinas
museo pensar Malvinas

El 1 y 2 de abril de cada año, es habitual conmemorar los hechos históricos que se llevaron a cabo en 1982 con la Guerra de Malvinas. La vigilia y los actos en las instituciones, los discursos; pero en la ciudad de Ushuaia, capital de Malvinas, se vive Malvinas a diario. Se ve la similitud geográfica, que comparte Tierra del Fuego y Malvinas, el viento, el mar, las temperaturas frías y esa realidad de pertenecer a nuestro querido país, Argentina.

Y así lo expresan los protagonistas de aquella gesta. Vía Ushuaia se reunió con tres Veteranos de Guerra de Malvinas (VGM): Miguel Pacheco, Juan Domingo Spinelli y Juan Ezequiel Tula, residentes en Ushuaia. Ellos dieron testimonio de su participación y en su relato cargado de emoción van narrando como lo vivieron.

Soldado Clase 62 Pacheco
Soldado Clase 62 Pacheco
Spinelli, Tula
Spinelli, Tula

Desde el mar. Juan Domingo Spinelli, estuvo a bordo del buque insignia Destructor ARA "Santísima Trinidad" y se desempeñó como misilístico. "El 26 de marzo zarpamos desde Puerto Belgrano con rumbo desconocido, pero teníamos a bordo al Capitán Giachino y 80 comandos que fueron los primeros que desembarcaron en Malvinas" Indicó Spinelli. "En playa verde tomamos Malvinas con el desembarco de los comandos. Cuando se dio por tomada la casa del gobernador, el "Santísima Trinidad" zarpó nuevamente para verificar la costa atlántica para constatar desembarcos desde submarinos, que sabíamos que estaban, pero no sabíamos dónde. Luego se demuestra realmente con el hundimiento del ARA "General Belgrano". La 'santísima' hace una prueba de verificación costera desde Puerto Madryn a Ushuaia ida y vuelta, y realiza un acompañamiento a los aviones Pucará de Fuerza Aérea para lanzamiento de torpedos. Luego el buque retorna hacia la costa" narró Juan Domingo.

Museo Pensar Malvinas foto donada por Miguel Almada
Museo Pensar Malvinas foto donada por Miguel Almada

Desde la tierra. Tanto Pacheco, como Tula fueron dos soldados clase 62 y 63 respectivamente, que voluntariamente fueron a cumplir con su juramento sagrado para con la patria. Ambos venidos de la mediterránea provincia de Córdoba y ambos formaron parte de las filas del Ejército Argentino en el grupo de artillería aerotransportada N° 4 . "Llegué a la isla el 21 de abril y mi función era operador de radio, comunicante" recuerda Pacheco. "Una parte nuestra fue a Darwin, otra se fue con un barco de Prefectura que fue hundido y otros nos quedamos en Sapper Hill" agregó.

Como fueron a la guerra. "Nos preguntaron quién era voluntario para ir a Malvinas y fuimos todos voluntariamente" explicó. "La batería de tiro C fue la última que sonó en Malvinas. Nunca tuvimos la orden del repliegue. Cuando se nos acabó la munición, comenzamos a caminar hacia Puerto Argentino. Cuando salimos de la posición, el 14 de junio, quedó todo en silencio y cuando llegamos a Puerto Argentino ya el combate se había dado por finalizado" dijo Pacheco.

Tula comentó que ingresó el 23 de febrero de 1982 y el 23 de abril le dieron la orden de ir a Malvinas. "La esperábamos, lo tomamos con entusiasmo, era lo que estábamos haciendo. El 2 de abril sabíamos lo que estaba pasando. Dicho y hecho, la orden llegó y ahí tuvimos que armar el equipo, todo el armamento para ir a la isla" contó Juan. "Dijeron que el que no quería ir a Malvinas, que diera un paso al frente. De los más de cien que había sólo 3 no fueron" recordó.

Soldado Clase 63 Tula Juan Ezequiel
Soldado Clase 63 Tula Juan Ezequiel

"Lo más duro fue el cambio climático. Lo otro para nosotros era como una aventura. Era venir a la guerra y cumplir con lo prometido a la bandera. Al principio estábamos bien, hasta que llegaron los ataques. Recibimos ataques de comandos ingleses antes del 1 de mayo. Luego del 1 en un día soleado, espectacular, vimos los Sea harrier atacar el aeropuerto" "Combatimos hasta el final. Nos juntamos con el grupo de artillería N°3 de Corrientes y estuvimos en Monte Dos hermanas hasta el 12 de junio cuando nos replegamos a Puerto Argentino porque no teníamos más municiones".

Alto el fuego. "El día 14 fue un día muy desagradable para nosotros, nos ordenaron alto el fuego. Tuvimos que entregar el armamento y todo. No fue una rendición, fue un alto el fuego. Cumplimos la orden hasta el final. Nuestras banderas y estandartes volvieron al continente, trajimos todo, por eso no hubo rendición, no las dejamos nosotros". contó con orgullo.

Repliegue y recibimiento. Tras el cese del fuego parte de la tropa fue llevada a Puerto Argentino y los embarcaron rumbo a Puerto Madryn. "Al llegar nos recibió la gente. Nos sentimos contentos, fue la única vez que nos recibieron así" dijo Tula. "Íbamos en camiones y nos taparon con lonas, no se veía nada para afuera, pero sentíamos que había gente y decidimos abrir la lona. Ahí estaban y nos pedían algo...los cascos, los gorritos, algo". "Luego cuando esperábamos que nos lleven a Trelew algunos nos abrazaban, nos traían pan y a otros los llevaban a las casas que estaban cerca" comentó emocionado Pacheco. "Hay una frase bastante conocida que dice 'cuando Puerto Madryn se quedó sin pan'" agregó. " En Córdoba también cuando llegamos en el tren la gente estaba en el campo, los chicos con sus banderitas. Esas fueron las únicas veces que sentimos una bienvenida de la gente".

Museo Pensar Malvinas foto donada por Miguel Almada
Museo Pensar Malvinas foto donada por Miguel Almada

Mensaje a la Sociedad. "Estamos eternamente agradecidos porque acá sentimos la compañía de la gente, sentimos cada primero que nos acompañan, están con nosotros. Agradecerle porque nos sentimos contenidos y porque nos reconocen como Veteranos de Guerra. Concluyó Miguel Pacheco.

En tanto Juan Tula expresó " Mi mensaje es que no se olviden de la causa, que sepan que las islas son nuestras por eso fuimos. Nosotros no éramos chicos, éramos hombres y éramos soldados de la patria y los soldados de la patria no tienen edad. Ellos eran profesionales y nosotros patriotas y el soldado patriota muere por su causa, cobijado por su bandera y esa bandera se la defiende hasta perder la vida "concluyó.

Museo Pensar Malvinas
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