El aparato, procedente de la Base Aérea Antártica chilena, se colocó en vuelo estacionario y fue subiéndolos uno a uno, salvándoles así de morir congelados en muy poco tiempo.
"A las nueve y media recibimos el mensaje, a las 9:55 estábamos despegando y a las diez y media estábamos en la vertical de la zodiac", explicó el comandante Eduardo Mosquera, de la Fuerza Aérea chilena.
Las tres personas se encontraron en esta situación después de que cuando el motor de la embarcación se les estropeó. A estas latitudes, el hielo a la deriva no tardó en dejarles bloqueados. Tras su rescate, les llevaron de vuelta a su base situada en la isla Rey Jorge.
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