El caso de “Lucía”, la nena tucumana de 11 años a la cual le negaron la posibilidad de abortar, luego de haber sido violada por el marido de su abuela, fue uno de los más emblemáticos en la provincia para quienes apoyan la despenalización del aborto.
En el marco del segundo día de debate en el Senado de la Nación, la doctora Cecilia Ousset, quien participó en la cesárea que le realizaron a la menor, leyó una dura carta escrita por la pequeña. En aquel momento, la ginecóloga participó del aborto al asistir a su esposo, el doctor José Gijena, pese a que ambos se desempeñaban en el sector privado del sistema de salud provincial, fueron convocados para realizar la intervención en el Hospital Eva Perón, ante la negativa de los profesionales de aquel nosocomio de llevar adelante el procedimiento.
Ousset, habló en el plenario de comisiones del Senado que debate el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. “Decile a los senadores que ninguna menor de edad tiene que volver a pasar por lo que yo pasé. A veces me dicen que tuve una hija que está viva, otros me dicen asesina”, dijo la profesional en el texto escrito por “Lucía”.
La médica se describió a sí misma como católica, madre de cuatro hijos, objetora de conciencia y como una mujer que intenta conciliar su religión con la salud pública. “Lo que observo es que todas las mujeres abortan. Aborta la casada, la soltera, la católica, la judía y la atea, abortan las que no usan método anticonceptivo y las que les falló el método. Abortan las trans y todas las diversidades sexuales, abortan las analfabetas y las que tienen universitario completo. Siempre depende de las posibilidades económicas”, aseveró.
“Deciles que, cuando ellos dicen que el aborto no es legal, los médicos se confunden, creen que ninguna interrupción del embarazo lo es y se enojan con las nenas aunque sean menores”, siguió emocionada relatando. Además, agregó que, “deciles que tienen que obligar a los médicos a ayudarnos y que no tarden un solo día, bah, ¿Qué día? Ni un solo segundo”.
Además la doctora realizó fuertes declaraciones sobre la realidad que se vive en la provincia con relación al tema y el procedimiento legal que aún enfrentan con su marido por haber participado en aquel caso. “El final de la historia es que los dos profesionales actuantes, en los que me incluyo, de una ILE de una niña con causales de violación y salud, tenemos abierta hasta el día de hoy una causa penal de investigación por homicidio agravado”, dijo y sostuvo que, se trata de “una maniobra de disciplinamiento al personal de salud por parte del Estado provincial” y se preguntó: “¿Son todos los médicos objetores o temen la represalia legal?”.