En una época de pleno apogeo de la diversidad sexual y de liberación, en Tucumán, una provincia señalada como conservadora, se dio una historia llamativa y con un buen mensaje.
La encargada de darla a conocer fue Mel Toloza, una de las personas que estuvo involucarada y decidió contarlo. "Hoy me paso algo maravilloso y quisiera contárselo. Nunca siento esta necesidad ni con mis mas grandes logros, pero esta vez la alegría me sobrepasa", manifestó en su perfil de Facebook.
"Hoy llegué a la plaza independencia y me senté al lado de este chico que les muestro en la foto, pero que no voy a dar su nombre porque lo prefiero así. Estando indiferente a todo, se me acerca un señor de unos 80 años y la charla se dio asi:
Abuelito: Señorita, ¿le puedo hacer una pregunta?
Yo: Si señor
A: ¿A usted le parece bien que este chico esté usando zapatos altos?
Yo: Sí, me parece excelente. (Y le doy mi devolución de porqué)
A: Sabés que yo pienso que no. Y también sé por qué usa zapatos altos. ¿Querés que te diga por qué? Porque él quiere ser mas alto. Se siente petiso. Y quiere más altura. Lo que él no sabe es que la altura no se mide hasta la cabeza, sino hasta el corazón. Y se ponga lo que se ponga, siempre va a ser de la misma altura.
Tras esta moraleja llena de ternura y sabiduría del octogenario, que se retiró del lugar, lo que continuó fue la explicación que el joven que había sido el foco de la charla le dio a la muchacha . "Lo único que busca es educar, frenar el shock. Despertar curiosidad, romper estructuras. No es trans, no es gay. Es sólo una persona que quiere una sociedad mas inclusiva", reveló.
Para finalizar, Toloza dijo: "Solo quería contarles esto. Me siento muy bien de haber conocido dos personas maravillosas el dia de hoy", cerró, con el pecho inflado y la esperanza de tener una sociedad más tolerante y menos discriminatoria, indicó El Tucumano.