Mediante una cirugía inédita realizada en el hospital Avellaneda, los profesionales de la salud lograron mejorar la calidad de vida de un pequeño de dos años. La intervención que le practicaron se denomina gastrostomía percutánea endoscópica y está destinada a pacientes que se alimentan con sonda nasogástrica.
La directora del hospital, Alba Pieroni, comentó que, "hablamos de un paciente crónico con patología de base, a quien se le realizó un procedimiento que permite su alimentación evitando el uso de sonda nasogástrica. Cuando ya lleva mucho tiempo de uso, genera muchas complicaciones no tan sólo respiratorias, sino también molestias para la familia en cuanto al mantenimiento de esta sonda. Por lo tanto con la gastrostomía facilita indudablemente la alimentación del niño y brinda mayor comodidad a la familia".
En la unidad de crónicos se atienden a 10 chicos, todos con traqueotomía, alimentándose por sonda nasogástrica algunos y otros por gastrostomía. Es la primera vez que se hace esta intervención en el sector público en Tucumán con pacientes pediátricos.
Por su parte, el doctor Nicolás Rovati, quien se desempeña como gastroenterólogo infantil del hospital, contó que el procedimiento endoscópico es más bien sencillo. Lleva entre 10 a 15 minutos realizarlo, si no hay ninguna complicación. "Al ser endoscópico no hay abertura de cavidad, no hay cicatriz; es un dispositivo que se usa para la alimentación del paciente y así hace no tiene que usar una sonda nasogástrica que es un cuerpo extraño y genera problemas respiratorios en los pacientes. De este modo, la calidad de vida del paciente mejora, el posquirúrgico es simple. A las 24 horas ya se puede empezar a alimentar por ahí, no tan sólo con líquidos como pasa con la sonda sino también con semisólidos o papillas", explicó el profesional.