En el marco de la Feria del Libro, la científica tresarroyense Mariela Dassis, bióloga, integrante del Conicet y especialista en ecofisiología de mamíferos marinos, relató la historia del Tortugo Jorge, una tortuga marina que permaneció 40 años en cautiverio en Mendoza y que fue liberada en abril en aguas del Atlántico. La experiencia, inédita en el país, despertó interés internacional y una profunda emoción entre los investigadores que participaron del proceso.
Primeramente Dassis se mostró agradecida por la invitación recibida por la Biblioteca Sarmiento de Tres Arroyos para presentarse en la 32º Feria del Libro: “La experiencia en la feria fue muy linda. Me encantó estar en la biblioteca a la que voy desde chica y ver que se acercó gente de mi infancia, profesores, mi médico. Fue muy emotivo”, comentó Dassis.
“Y también es importante que, pese al momento difícil que atraviesa el Conicet, se esté visibilizando el trabajo enorme que se realiza en distintas áreas”, agregó.

Sobre el trabajo con el Tortugo Jorge
La investigadora contó que la liberación del Tortugo Jorge marcó un antes y un después en la conservación de especies marinas.
“Fue una historia que tomó mucha repercusión nacional e internacional porque no existía una experiencia previa de intentar reinsertar a un animal después de 40 años de cautiverio. Cuando se empezó a hablar del tema, fue muy cuestionado”, explicó.
“Finalmente, se decidió trasladarlo a Mar del Plata y probar. Que haya sido una reinserción exitosa fue increíble. Pudimos comprobarlo gracias al instrumento de telemetría que le colocamos para seguir sus movimientos”, detalló.
El dispositivo permitió monitorear el recorrido del animal durante casi cuatro meses.
“Nos dio información tremenda. Lo primero que supimos fue que logró orientarse después de 40 años de nadar en círculo. En solo 18 días llegó a Brasil, siguiendo su ruta migratoria natural. Era como volver a su casa”, contó Dassis emocionada.
“Cuando se sumergió, desapareció enseguida. Pensamos que se quedaría explorando, pero no. Huyó despavorido. Fue un momento muy conmovedor, recordó.
El monitoreo permitió además confirmar su buena adaptación al medio natural.
“Durante los primeros meses nos preguntábamos si sería apto para volver al mar, si podría comer, moverse, migrar. Y él demostró que sí. Luego, claro, quedó expuesto a los peligros de siempre: la pesca incidental, que es hoy una de las mayores amenazas para las tortugas marinas”, explicó.
El Tortugo Jorge había sido capturado en Ingeniero White en 1984 y trasladado al acuario de Mendoza, donde vivió hasta su liberación.
“Ahora se está rodando un documental que incluye la historia del pescador que lo capturó sin querer. También se están escribiendo libros, incluso uno para niños, y nosotros trabajamos en una publicación científica sobre el caso. Creo que su historia merece un guion de Disney”, comentó Dassis.
Respecto al vínculo que desarrolló el animal con sus cuidadores, la bióloga señaló que incluso un reptil puede mostrar conductas de apego.
“No es lo mismo que un mamífero, pero sí se observan respuestas emocionales. Sofía, una colega que trabajó un año con él en el enriquecimiento ambiental, me contaba que Jorge la buscaba cuando volvía después de varios días. En Mendoza también tenía afinidad con un cuidador, y cuando no estaba, él no comía”, relató.

Aunque el monitoreo finalizó, Dassis confía en que podrá volver a tener noticias del tortugo.
“Tiene marcas en las aletas y en las placas de la cabeza, algo así como una huella digital. Si alguien lo ve, podremos reconocerlo. Incluso está en edad reproductiva, así que quizás haya pequeños ‘Jorjitos’ nadando por ahí”, dijo con una sonrisa.
Finalmente, la investigadora valoró la oportunidad de compartir su trabajo en Tres Arroyos.
“Siempre es lindo volver a mi ciudad y contar lo que hacemos. Me llena de orgullo poder contribuir desde la ciencia a la conservación de especies y que la gente se interese por estas historias”, concluyó.

