Marta Edith Garrido, quien estudiaba la carrera de Letras en la Universidad Nacional del Sur (UNS) durante la última dictadura cívico militar, relató las alternativas del secuestro de su compañero nacido en Tandil, Hugo Alfredo Fuertes, en una audiencia del juicio de lesa humanidad que se sigue por la causa de la Zona V en los tribunales federales de Bahía Blanca.
Ante los jueces Ernesto Pedro Francisco Sebastián, Sebastián Luis Foglia y Marcos Javier Aguerrido, que están a cargo de este proceso en que se encuentran imputadas 37 personas por crímenes cometidos en perjuicio de 333 víctimas, la testigo relató que tanto ella y Fuertes eran “estudiantes universitarios” y cursaban “la misma carrera”.
Garrido sostuvo que Fuentes, quien había nacido en Tandil, era “un compañero de estudios alegre, reservado y muy solidario” y que con él compartía “algunos momentos de estudios” en la UNS.”Nunca hablamos de política. Estábamos desesperados por terminar la carrera e irnos de la Universidad porque era 1977″, expresó al señalar que en aquellos días se vivía un clima “traumático, de miedo, al entrar a las aulas” de la Universidad.
”Daba miedo. Nos íbamos enterando de la desaparición de algunos compañeros. En esos momentos, los profesores decidieron no dar más clases. Repartían los temas y nos decían que armáramos grupos, Esa fue una manera de conocer más gente y de cruzarnos con más estudiantes”, reseñó Garrido.
La testigo contó que a Fuentes lo subieron a un Falcón y a partir de ahí no se supo más de él, al relatar el secuestro de su compañero, ocurrido el 15 febrero de 1977 en Bahía Blanca.”Por suposiciones, no puedo afirmarlas, tengo dos teorías: muere en la tortura y lo tiran al mar o directamente lo tiran al mar. De alguna manera me llegó. No me puedo acordar cómo me enteré de eso. No tengo certeza de si esas versiones serán ciertas”, apuntó y recordó que “todos vivían con miedo”.
La mujer le suministró al Tribunal una copia del legajo universitario de Fuentes, que le fue entregado hace unos años, debido a que la víctima no cuenta con familiares vivos.”A través de ese legajo pude reconstruir la vida universitaria de él, a través de distintos domicilios donde iba viviendo, las materias que iba rindiendo y comparando con mi legajo coincidimos en algunos exámenes y parciales”, sostuvo.
Por último la mujer leyó una reflexión que escribió en la que agradeció a quienes trabajan para llegar a la verdad y hacer justicia. La “Mega causa Zona V”, que inició en 2022, abarca el entramado criminal que, encabezado desde la jefatura del V Cuerpo del Ejército con sede en Bahía Blanca, operó durante el terrorismo de Estado en su jurisdicción, incluyendo desde la ciudad de Neuquén hasta el sur de la provincia de Buenos Aires.
La mayoría de los imputados integraban el V Cuerpo de Ejército, cuya jurisdicción comprendía el sur de la provincia de Buenos Aires, Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, y estaba compuesto, entre otros, por el Destacamento de Inteligencia 181, el Batallón de Comunicaciones 181, la Brigada de Infantería de Montaña VI de Neuquén y el Centro Clandestino de Detención y Tortura “La Escuelita” ubicado en Bahía Blanca.
Durante todo el año pasado se realizaron 42 audiencias y declararon 124 testigos en la causa en la que se juzgan los casos de 333 víctimas, de las cuales 248 llegan a instancia de juicio por primera vez. De la totalidad, 65 víctimas fueron asesinadas o desaparecidas, y dos de ellas son niños apropiados que nacieron durante el cautiverio de sus madres, María Graciela Izurieta y Graciela Alicia Romero.