Que IOMA incumple con cientos de sus afiliados en Tandil no es noticia, aunque cada historia particular de abandono sacude y conmociona a quienes leen las necesidades de los pacientes. Esta vez, el turno es de Agustín, un joven de 17 años que necesita de un trasplante de córnea para no quedar ciego y la obra social no quiere pagarlo.
A través de redes sociales, la historia de Agustín y su mamá, Cecilia Soplan, conmueve a todo Tandil. Es que su hijo, que actualmente está en quinto año de la escuela secundaria, podría perder la vista: tras tener problemas para leer durante las clases, un médico le confirmó que necesita urgentemente un trasplante de córnea para no quedar ciego.
“Lamentablemente sus corneas ya estaban muy deformadas. El médico lo derivó a Mar del Plata para solicitar una cirugía de crosslinking de córneas”, sintetizó Cecilia a Vía Tandil. Los problemas comenzaron cuando IOMA desoyó los pedidos de ella para autorizar la práctica.
“Se realizó dos veces los estudios y yo los llevé a autorizar a IOMA, aunque lo desmienten y según ellos no hay nada registrado. Luego de ser atendido en La Plata, determinan que la obra social se haría cargo de la cirugía pero no de los profesionales: 85 mil pesos era el costo de cada cirugía y es dinero q no tengo, ya que para mi el trasladarme se me dificultaba”, relató entre lágrimas la madre de Agustín.
Por otra parte, ante la indignación y la angustia de la familia, confesó que Agustín hasta pensó por momentos en quitarse la vida. “Mi hijo tuvo un intento contra su vida porque no quiere ser una carga y sentirse limitado a todo”, aseguró la mamá del joven de Tandil que necesita urgentemente de la cirugía que le permita mantener su vista.
Luego de una colecta, en la que Cecilia fue la que organizó y a la que también le sumó venta de pastas, tortas fritas y más alimentos para conseguir la tan esperada cirugía de su hijo, una nueva mala noticia de IOMA hizo que las chances de realizar la cirugía se perdieran.
“Cuando el 4 de julio fuimos para prepar todo para la cirugía, el 6 me llaman y me comunican que no la realizarían si no tenía una intervención psiquiátrica por si en esa cirugia perdía lo poquito que él veía hasta ese momento”, contó, angustiada, Cecilia.
La desesperación es total, y el tiempo para realizar la cirugía, limitado. “Fui a una reconocida clínica de Tandil y me comunican que lo único para hacerle a Agustín es un trasplante de córnea, y el presupuesto es algo imposible de afrontar. Me causa dolor, tristeza y desesperación el alto precio para que mi hijo recupere su vista, tengo miedo de tener que decirle que no podremos hacerlo”, concluyó Cecilia.