Una semana después de que tomara estado público la historia de la estafadora de Tinder en Puerto Madryn, la Justicia de Chubut identificó a una ex suboficial de la fuerza de Santa Fe bajo sospecha por el caso. Según informaron fuentes oficiales este sábado, Leila Ríos (27) se encontraba bajo prisión domiciliaria debido a que fue condenada por la Justicia provincial el año anterior.
De acuerdo a la investigación del Ministerio Público Fiscal (MPF), la acusada le robó $ 4.500.000 a un joven que vive en la ciudad patagónica. La denuncia indica que mantuvieron una larga relación virtual, pero el vínculo se cortó cuando ella sacó un crédito y él se negó a pagarlo.
El vínculo de Leila Micaela Ríos con la víctima duró tres años y derivó en una causa penal sobre estafas a cargo del Ministerio Público Fiscal de Chubut. Los investigadores siguieron la pista de la sospechosa y llegaron hasta su casa del barrio Sargento Cabral, donde cumple arresto domiciliario. Sin embargo, no la encontraron.
En 2021, la ex suboficial fue condenada por usurpación de viviendas en la capital provincial. También estuvo bajo la lupa como parte de una banda de narcotraficantes a partir del secuestro de casi 200 kilos de marihuana, pero en el fuero federal no reunieron evidencia suficiente para confirmar esa relación.
Lo que sí pudo establecer la Justicia es que Ríos es la pareja de Juan Pedro Calderón (41), preso y señalado como líder de esa organización delictiva. En busca de información sobre la estafadora, las autoridades detectaron que incluso charló con “Pato” sobre la posibilidad de atentar contra quienes la investigaron. “Me dan ganas de ir a reventarle la casa a la fiscal”, exclamó en una conversación grabada.
De acuerdo a la denuncia en Puerto Madryn, la expolicía santafesina se presentó ante el joven de 24 años como una mujer abandonada por dos maridos y con tres hijos a cargo. “Accedí a ayudarla enviando dinero por distintos montos. Con el tiempo, esto fue más frecuente porque sentía que el vínculo era más cercano, más allá de ser virtual”, explicó la víctima.
En su relato, el muchacho indicó que llegó a hablar por teléfono con el prestamista que supuestamente amenazaba a Leila. La mujer llegó a contarle que le habían baleado la casa y él pidió tiempo para reunir la plata. Sin embargo, luego reveló: “Estuve averiguando y me enteré de que ella se había hecho una cirugía de pecho”.