Esta semana el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advirtió sobre la posibilidad de que entre septiembre y noviembre se produzca una abundante caída de agua, producto de la llegada de El Niño. La última vez que este fenómeno azotó la provincia fue en 2016 y dejó miles de evacuados. Si bien Defensa Civil todavía es cauta respecto a los pronósticos, ya se encendieron las luces amarillas.
"Hasta ahora se trata de una posibilidad que llegue El Niño, en base a un estudio sobre el calentamiento de las aguas, pero estamos atentos a eso", indicó el titular de Defensa Civil de Rosario, Raúl Rainone, aunque aclaró que por su ubicación geográfica, la provincia habitualmente se ve afectada cuando ocurren estos episodios.
"El trayecto que dibuja El Niño generalmente incluye la zona del Litoral, incluyendo a toda Santa Fe", manifestó en diálogo con Vía Rosario. En este sentido, el norte provincial y la propia ciudad capital son las áreas potencialmente más problemáticas por estar más abajo.
"En Santa Fe cuenta con una defensa de represas y se estuvo trabajando en una estructura de bombeo, aunque si el caudal es muy grande como la última vez, podría haber dificultades", sostuvo.
En cuanto a Rosario destacó que años atrás se estuvo trabajando fuerte en la zona del Mangrullo, que solía verse desbordada cuando llovía mucho, lo que permitió que no se registraran evacuados con los temporales de 2015 y 2016. También se logró reparar una serie de desperfectos hidráulicos en Fisherton, Nuevo Alberdi e Ibarlucea, para evitar las inundaciones.
"Con los últimos Niños se modificaron muchas cosas estructurales, de desagües y para contener la creciente del río, aunque esto último hoy no sería un problema", dijo, en referencia a que el Paraná se encuentra mucho más bajo que de costumbre.
"Hoy estamos mejor preparados para enfrentar estas contingencias, aunque los canales clandestinos siendo una gran complicación", admitió y agregó que en los últimos años fue lo que más inundaciones generó por lluvias abundantes e incluso regulares.
"Es muy difícil combatirlos porque como en el medio hay intereses económicos, tienen a reproducirse continuamente", cuestionó.