Una integrante de la familia de los fundadores de la cerealera Vicentin, Daniela Hacen, consideró este jueves que la empresa debe afrontar "un concurso de acreedores normal y no una intervención totalmente ilegal". Sobre la situación financiera, estimó que la firma "quizá incurrió en algunos errores de cálculo".
"Fue difícil aceptar la deuda y, quizás, algunos errores de cálculo en no haber respondido rápidamente y como esperábamos, pero de ninguna manera se puede decir que Vicentin no usó la plata para la producción", le dijo la accionista de la firma a Radio Diez de Reconquista.
La santafesina destacó que "se están acercando las partes y la idea que se propone desde la empresa es que el juez que realiza el concurso de acreedores, Fabián Lorenzini, se haga cargo de todo esto e investigue".
Hacen manifestó que es "inconstitucional" la propuesta que lanzó el Gobierno y aseguró que está "agarrada de una ley de la dictadura, un poco rara".
La accionista argumentó que "la plata que la firma tomó está en sus activos" y consideró la caída de los últimos diez meses se debe a "cómo las empresas argentinas se fueron desvalorizándose" en la primera mitad de este año. "Vicentin no puede quedar ajeno a eso", afirmó.
La descendiente de los fundadores no puede "de ninguna manera pensar o aceptar" que la firma "haya hecho algo reñido con la ley", pero concedió: "Si alguien tiene que responder, que responda".
La empresaria estimó que el año pasado el grupo facturó unos "4 mil millones de dólares", pero aclaró que "el nivel de rentabilidad es muy bajo y de costos, muy alto".
"Vicentin prácticamente no ha repartido ganancias, quizá algo en 2019 por un buen ejercicio en 2018, pero después siempre fueron exiguas y durante muchos años no repartió dividendos", aseguró.
Por último, indicó que "es importante aclarar que los dueños tienen mucho capital, pero eso no significa que tengan dinero".