Mientras se esperan que se lleve a cabo la reautopsia del cuerpo de Diego Román, la Policía de Investigaciones (PDI) realizó este miércoles un operativo en el campo de Recreo donde hallaron los restos del niño cuya causa de muerte aún es un misterio.
Si bien el lugar ya había sido examinado por orden de funcionarios del Ministerio Público de la Acusación (MPA), en esta oportunidad los uniformados fueron a buscar a los perros del dueño del terreno. Una de las hipótesis que había trascendido en torno al caso era que el cadáver presentaba lesiones compatibles con mordeduras de animales.
Fuentes consultadas por el diario UNO detallaron que el personal de las fuerzas provinciales llegó al lugar alrededor de las 10 de la mañana para recolectar nueva evidencia en torno al episodio que conmocionó a la provincia. La inspección fue solicitada por los fiscales Ana Laura Gioria y Andrés Marchi, encargados de esclarecer el presunto homicidio cerca del barrio Mocoví.
El nene de 12 años vivía con su padre, sus hermanos y su madrastra. Su mamá denunció que era víctima de maltratos frecuentes, por lo que suponen que escapó de la vivienda la tarde del día que desapareció después de ir a jugar al fútbol con sus amigos. A raíz de las dudas que dejó el resultado del primer examen forense, los investigadores pidieron la intervención de Gendarmería Nacional y el traslado del cuerpo a Buenos Aires para una segunda autopsia.