En la conservera Gallardo en General Alvear están convencidos que los hackearon. La muy elaborada estafa se concretó en la jornada del lunes en General Alvear. Los delincuentes consiguieron hacerse de un suculento botín: $450.000.
Un administrativo recibió un llamado telefónico supuestamente de una empleada del banco Supervielle y le manifestaron que iban a hacer cambios y actualización de información para acceder a una nueva modalidad de operaciones con cheques.
El administrativo siguió al pie de la letra las indicaciones que le dieron por teléfono pero al final de la operación, nada había de beneficios para la firma y en cambio desaparecieron $450.000 de la cuenta.
Por lo que se supo del dinero, ahora si con empleados reales del banco Supervielle a través del área de fraudes, rastrearon la transferencia hasta una cuenta en Buenos Aires en una sucursal del banco Provincia, pero es todo lo que saben por el momento.
Fuentes cercanas a la empresa comentaron que en la firma están convencidos que además de ser víctimas de una ardid muy bien tramado y ejecutado también fueron hackeados.
Sostienen que por más código de autorización que tuvieran los delincuentes era imposible "haber concretado la operación si no estaban dentro del home banking para lo cual necesitan una clave identificatoria para ingresar que suelen cambiar seguidamente".
Esta teoría la sustentan en que el robo fue en tiempo real, mientras el empelado estaba operando con el home banking, observó como se le esfumaban los fondos.
Incluso trataron de engañarlo para poder hacer una segunda transferencia pero el empelado ya no cayó en la trampa y en el instante en que le requirió más detalles a la voz femenina al otro lado del teléfono, la comunicación se cortó.
Después de radicar la denuncia en la Comisaría 14 de Alvear el caso pasó a manos de la división Investigaciones con el apoyo de Delitos Tecnológicos de Mendoza.