El martes comenzó el juicio en la ciudad de San Luis contra Roberto Sebastián Jofré, el joven que está acusado por presuntamente intentar matar a su beba de un mes y diez días con un hacha. Su madre, Vilma Rosa Jofré dio una versión distinta a la que ofreció en primera instancia. Ahora, ante los jueces, dijo que no vio que su hijo atentara contra la vida de la pequeña.
Según informó El Diario de la República la madre del imputado aseguró a los jueces de la Cámara del Crimen 1 que no vio que su hijo atentara contra la vida de Alma y que haya tenido un hacha o palo en la mano y que, cuando una vecina se lo pidió, su hijo entregó a la criatura sin oponerse.
La fiscal de Cámara 1, Carolina Monte Riso, le hizo ver a la testigo que durante la instrucción de la causa había dado un relato distinto al que brindó ayer y uno de los magistrados le dijo que daba la impresión de que estaba ofreciendo una "versión edulcorada" de lo ocurrido el 19 de junio del año pasado.
Jofré tiene su casa en Jujuy al 190, en la zona oeste de la ciudad, a una cuadra y media, aproximadamente, de la Comisaría 4ª, dependencia que hizo las actuaciones en su momento.
Atrás de su casa tiene un departamento que por esa fecha le prestaba a Sebastián y a su entonces pareja, Karen Yoselín Agüero. En realidad, el mes anterior, es decir, en mayo de 2017, cuando su nuera aún no había dado a luz a Alma, Vilma Jofré les dio permiso para ocupar esa pieza del fondo, más allá de que estaba vigente una restricción de acercamiento que la Justicia le había otorgado en enero, después de que Sebastián la agrediera y amenazara.
La testigo indicó que entre enero y mayo su hijo vivió en lo de su padre, y que en mayo, dado que Sebastián y su nuera embarazada no tenían dónde estar, les permitió quedarse en el departamento de atrás.
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Luego admitió ante el tribunal que nunca puso en conocimiento de las autoridades judiciales esa situación, que iba en contra de la prohibición de acercamiento de su hijo hacia ella.
El problema por el que emitieron la restricción de acercamiento se dio un día que el muchacho llegó a la casa intoxicado. Contó que cuando estaba drogado, se ponía agresivo, y que cuando no lo estaba era un muchacho trabajador, que ayudaba con la limpieza de la casa.
Relató también que su hijo sufre adicción a las drogas desde los 16 años y que intentó varias veces que iniciara la rehabilitación. Explicó que esos problemas con las drogas lo llevaron a tener inconvenientes con la Policía, ya que, para poder tener dinero para comprar sustancias, robaba. Ha estado detenido.
Aseguró que tanto el día que fue aprehendido por la tentativa de homicidio de Alma como en otras ocasiones anteriores, su hijo había sufrido malos tratos por parte de los efectivos.
E l martes le dijo a los jueces Silvia Aizpeolea, José Luis Flores y Gustavo Miranda Folch (que reemplaza a Jorge Sabaini Zapata, que se excusó porque fue el juez instructor de la causa), que en vísperas a aquel 19 de junio, su hijo había salido y que regresó a la casa ya de mañana, alcoholizado.
Ella se dio cuenta de que había tomado, más no pudo precisar si estaba bajo los efectos de alguna droga. Declaró que escuchó una pelea entre su hijo y Karen, y que fue a ver qué pasaba. Contó que su hijo le dijo que al desorden que se veía –había pañales y leche en el suelo– no lo había hecho él, sino la chica, que estaba enojada y quería que él se fuera. "Pero él me dijo que quería estar con su beba", aseguró la mujer.
La testigo explicó que como vio mal a su hijo, y temiendo que se reiterara lo ocurrido en enero, decidió ir a la seccional 4ª. Pero no llegó: en el camino, se cayó frente a un portón y debió pedirle a una vecina que avisara en la comisaría.
Cuando se recuperó, regresó a su casa, y al llegar vio que ya estaban ahí los efectivos. Dijo que vio a Karen sentada en el comedor, que le preguntó dónde estaba la bebé y que ella le contestó que la había dejado en la cama del departamento. "Ella estaba más preocupada por la moto que por la beba", aseveró.
Explicó que cuando vio a la Policía, su hijo se asustó y se encerró en el departamento del fondo, sin saber que Alma estaba sobre la cama. "Trabó la puerta con una cocina. No le quería abrir a los policías. Pero una vecina, Celia Gatica, lo llamó por la ventana, le dijo que le alcanzara la bebé. Ahí él se dio cuenta de que la bebé estaba adentro, y se la dio sin resistencia", afirmó la madre, quien acusó a los policías de sacar a su hijo con los pantalones bajos y de patearlo con los borceguíes.