El Centro Cultural José La Vía, de la ciudad de San Luis, instaló un aro magnético, es decir un amplificador adaptado para entregar la señal de salida a un cable que se instala rodeando el perímetro de una sala y como resultado se produce en la superficie un campo magnético que es recogido por la bobina telefónica de un audífono o un implante coclear, cuando éste es colocado en la posición T o en la función bobina telefónica y el sonido llegará directo a sus oídos.
Miriam Gvirtz, licenciada en Ciencias de la Educación, que fue una de las impulsoras del proyecto junto a Elisa Sosa, directora de Adultos Mayores de la Municipalidad de San Luis, expresó a El Diario de la República: "Queremos ofrecer un espacio en donde los que tienen problemas auditivos o implante cocleares puedan ver una obra de teatro o una película sin ningún inconveniente", además comentó que celebraron el estreno de la moderna tecnología, que cada vez es más utilizada en los centros culturales de todo el país, con un concierto, "lo probamos y escuchamos a la perfección".
La Licenciada en Ciencias de la Educación nació con el 60 por ciento de pérdida auditiva y explicó que con el correr de los años se ha ido intensificando, "tengo hipoacusia y entiendo perfectamente lo que se siente al no poder divertirse mirando una obra de teatro o escuchar un concierto. Generalmente lo sufrimos porque se producen fuertes zumbidos en los audífonos y son terribles", describió.
Gvirtz contó que "el aro magnético saca todos los sonidos que interfieren en el medio ambiente. Podes oír correctamente y parece que estás sentada en primera fila por más que estés alejada del escenario, es una sensación muy linda. Queremos que las escuelas también lo empiecen a implementar para que los chicos puedan tener una mejor calidad de vida y no se sienten excluidos" y añadió que "desde el taller de adultos mayores vamos a realizar un trabajo de abordaje para apoyar a las personas que necesitan un audífono o implante coclear".
En el 2017, la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), puso en funcionamiento este tipo de tecnología en el Auditorio Mauricio López. El sistema fue donado por la Mutualidad Argentina de Hipoacúsicos (MAH) y convirtió al auditorio de la UNSL en la primera sala de espectáculos públicos de la provincia en contar con esta tecnología.