Javier Ortiz de 29 años vive en la ciudad de San Luis y desde mediados de enero tiene una orden de alejamiento, por lo que tiene prohibido acercarse a su ex mujer y madre de sus hijos. Pero en una semana incumplió esa orden judicial en dos oportunidades y, finalmente, fue apresado.
El sábado 29 de abril a las 8:30, fue la primera vez que lo detuvieron, prácticamente porque él mismo se auto acusó ya que llamó al 911 pidiendo un móvil policial en el domicilio de su ex mujer en la calle Maipú al 500. En ese momento él se excusó diciendo que estaba preocupado porque su hija de 5 años y su nene de 4 estaban al cuidado de un hombre mayor porque la madre había salido de fiesta la noche anterior y aún no regresaba.
Su ex mujer, Soledad Estefanía Núñez, de 19 años, telefónicamente explicó que estaba en la localidad de El Volcán pero rápidamente la mujer llegó a su vivienda y le mostró a los efectivos la orden de restricción emanada por el Juzgado de Familia y Menores nº 2 en el que le impide al padre de sus hijos acercarse a 300 metros de su hogar, así que el joven fue a parar a la Comisaría 1ª, informó El Diario de la República.
De acuerdo a los procedimientos, Ortiz al día siguiente fue citado por el juez Correccional y Contravencional 2, pero se abstuvo de declarar y terminó procesado, aunque en libertad. Luego, el 5 de mayo volvió a la misma celda y por el mismo incumplimiento. El subcomisario, Rubén Ochoa, jefe de la Comisaria 1ª informó que el padre de Núñez llamó al 911 cerca de las 18:20 porque su hija le había pedido auxilio telefónicamente hacía unos minutos, "Ortiz se presentó en la casa de la mujer pateando la puerta de ingreso y vociferando insultos y amenazando de que iba a llevarse a los niños y no los iba a ver más".
La segunda vez fue detenido en calle General Paz al 600, a poco más de 200 metros de la casa de su Nuñez. En su declaración dijo que acudió a la Comisaría 1ª para que un patrullero lo acompañara al domicilio de su ex mujer para que pudiera llevarle mercadería para sus hijos; y que luego de dejarle los víveres se marchó en el mismo móvil policial.
Luego de eso, se retiró de la seccional para volver a su hogar, en el barrio 500 viviendas Sur pero la policía lo apresó y no sabe por qué ya que negó haber regresado y agredido a la madre de sus hijos. Ya en el juzgado el efectivo policial Sergio Mendoza admitió haber llevado a Ortiz a lo de su ex en un patrullero, pero el viernes 4 y no el sábado 5 como él refiere. De todas manera, el juez Juan Manuel Montivero Chada hizo un llamado de atención sobre esa situación en el documento de procesamiento argumentando que "el hecho de ser trasladado por un móvil policial no habilita al impedido o restringido a acercarse a la morada o la persona a la cual se le prohibiera. Es decir, no invalida tal circunstancia, por demás inusual, la orden restrictiva, manteniendo ella plena vigencia desde luego". De lo que se deduce que habría incurrido en una tercera violación, publicó El Diario.