La finalización de la cuarentena por la pandemia de coronavirus significó para San Luis la reanudación de múltiples actividades que por más de 70 días estuvieron vedadas. Una de ellas fue la de los artesanos de la plaza Pringles, que pudieron volver a sus puestos en la primera semana de distanciamiento social en la provincia.
Los puesteros, que hace 5 años trabajan allí, sobrevivieron con otros ingresos, como jubilaciones o ahorros. Con barbijos y una pequeña línea de cinta de papel que marcaba cuánto podían acercarse los clientes a los tablones, dispusieron aretes, anillos, ropa de lana, sahumerios y adornos.
"Somos un grupo que estamos hace diez años tratando de buscar un puesto acá en la plaza. Lo conseguimos hace 5", contó Adriana Ponce a El Diario La República, que ofrecía bijou de alambre, carteras hechas con cinta de video, cuellos y gorritos de lana.
"Estuvimos tratando de producir y ver si se podía vender algo por internet, pero fue lo mínimo, porque no es lo mismo ver las cosas en vivo y en directo que por foto. Aparte el diálogo con la gente es otro, pero bueno, tratamos de arreglarnos de alguna manera", describió.