Tamara (27) y Mariana (21) son dos hermanas de San Luis que hace trece años denunciaron a su padre, Javier M., por abuso sexual, cuando tenían 14 y 8 años. Los vejámenes habían empezado antes y al día de hoy esperan a que la Justicia actúe. Recién diez años después de la denuncia fue detenido.
Este martes parecía ser el gran día, finalmente Javier iba a sentarse en el banquillo de los acusados, pero su abogado, José Olguín, logró frenar una vez más el proceso. Es que el viernes, las dos jóvenes fueron sometidas a pericias psiquiátricas y psicológicas que iban a ser presentadas como prueba, pero el letrado solicitó que se suspendiera el juicio porque durante las pericias no hubo un perito de parte.
La Cámara del Crimen 1 le dio lugar al pedido para evitar nulidades y ahora se tiene que volver a hacer el peritaje.
La abogada querellante, Karina Mantelli, expresó a Diario La República la indignación que siente. "A Tamara le pudieron hacer toda la prueba el viernes, pero a Mariana no porque ella no pudo continuar", dijo y aseguró que las chicas están muy dañadas psicológicamente.
"¿Hasta cuándo nos van a hostigar con pericias, qué más quieren saber? Estamos devastadas con esto, esperando un juicio que ya se suspendió dos veces. No nos merecemos que nos sigan revictimizando", dijo Tamara.