Lo enviaron a la cárcel por profanar la tumba de "El Niñito Llorón"

La Policía de San Luis lo encontró con placas de mármol verde, otras de bronce y de metal.

Lo enviaron a la cárcel por profanar la tumba de "El Niñito Llorón"
Carmelo Rojas, el niño que llora en el cementerio de San Luis

El martes, un joven de apellido Camargo fue enviado a la Penitenciaria de San Luis luego de haber intentado robarse unas placas de las tumbas del Cementerio del Rosario, entre ellas, la de Carmelito Rojas, mas conocido como "El Niñito Llorón", un chico de 14 años que fue asesinado el 30 de noviembre de 1940 y a quien se le atribuyen muchos milagros.

Camargo fue procesado por "robo calificado por escalamiento, en grado de tentativa", informó Relaciones Policiales a El Diario de la República.

Enviado a la cárcel.
Enviado a la cárcel.

El jefe de la Oficina Judicial de la Comisaría 4ª, principal Marcelo Coria, relató que el domingo 21 de abril un vecino llamó al 911 y alertó de que había visto trepar por la pared, que da a la calle Sargento Cabral, a dos hombres con herramientas. Aseguró que a uno lo reconocía, porque es tiene domicilio en pasaje San Cristóbal y que se apoda "Jon".

"Fue un móvil del Comando Radioeléctrico Los efectivos vieron a dos hombres, uno de los cuales logró escapar. En tanto que el otro, que tenía las herramientas y las placas recordatorias que habían sacado, fue detenido", explicó Coria.

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"Tenía placas de mármol verde, de la llamada piedra cruda, otras de bronce, de metal. Cerca de la tumba de Carmelito también había sacado una cruz", detalló y añadió que tras una inspección ocular, y cruzando esta información con los registros del cementerio, corroboraron de dónde habían sido sustraídas.

Carmelo Rojas, el niño que llora en el cementerio de San Luis
Carmelo Rojas, el niño que llora en el cementerio de San Luis

El juez Penal Marcos Flores Leyes, indicó que mutaba la calificación original. Coria presume que el hecho fue finalmente encuadrado en una tentativa ya que, si bien fue sorprendido prácticamente in fraganti, no había alcanzado a salir del predio.