Juan Ignacio Navea con apenas 17 años golpeó salvajemente a una mujer discapacitada y mientras agonizaba, la violó. Luego de semejante sufrimiento, la mató destrozándole el cráneo con una pala. El tremendo hecho ocurrió el pasado 4 de diciembre del 2013. La Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Penal y lo Correcional lo encontró culpable del delito y derivó el caso del Juzgado de Menores, donde lo sentenciaron a 10 años de prisión. No conforme con la setencia, la Fiscalía presentó un recurso de casación y la pena fue elevada a 15 años.
Cuatro años tardó en realizarse el juicio contra Navea. La Sala II de la Corte de Justicia, integrada por Adolfo Caballero, Guillermo De Sanctis y Humberto Medina Palá, dio lugar al planteo y revocó el primer fallo por inobservancia y errónea aplicación de la normativa. Debido a la alevosía del crimen, se modificó la figura de prisión a reclusión.
Los juzgados de menores fueron reprendidos porque el juicio recién tuvo una sentencia cuatro años después de que se haya producido el hecho. El fallo dice que los dos jueces de menores (Jorge Toro y María Julia Camus) "desplegaron una actuación tibia, desprolija y ciertamente lenta". En diálogo con Tiempo de San Juan, el juez Toro reconoció las críticas pero dijo que hubo cambios en los juzgados durante ese tiempo que contribuyeron a que el proceso se haya extendido.
El caso de
Ignacio Navea
conmocionó a
San Juan
debido a la crueldad y al ensañamiento con la mujer, que terminó falleciendo debido a la feroz golpiza que le propinó. Los primeros años, el joven estuvo recluido en el
Instituto de Menores Nazario Benavidez
hasta que pasó al
Servicio Penitenciario de Chimbas
donde terminará de cumplir su condena.