La Vía Láctea le regaló a la humanidad una semana de lujo: el eclipse solar y la luna de sangre más larga de los últimos 100 años y como extra Marte en su punto más cercano a la Tierra, un fenómeno que sucede a cada 15 años. En San Juan, una de las provincias con mejor cielo para la observación de los astros, un estudiante no dejó pasar la oportunidad y tomó una de las imágenes más impresionantes del evento.
Se trata de Nicolás Doña, un joven que estudia Licenciatura en Astronomía en la Universidad Nacional de San Juan. Al enterarse de lo que iba a suceder el pasado viernes el sanjuanino decidió poner todo su equipo en el techo de su vivienda y así poder captar en fotos lo que sucedía, según publicó Diario de Cuyo.
Doña explicó que tuvo que planificar un tiempo antes de sacar su foto "ganadora". Es que obtener una imagen de un planeta a millones de kilómetros requiere no solo del conocimiento, sino también tener la cámara y el telescopio adecuado. En detalle, Nicolás contó que usó un "telescopio Sky Watcher Explorer 200P de 200 mm de apertura y 1000 mm y lo acopló a una cámara específica para astrofotografía planetaria marca ZWO, modelo asi178mc. Todo eso montado sobre una montura NEQ6 Pro II que permite contrarrestar la rotación de la Tierra mientras se está fotografiando al planeta".
El espectacular resultado es una foto de gran nitidez del vecino rojo de nuestro planeta: Una oportunidad en mil Obtener la imagen fue un poco más fácil gracias al evento astronómico único del eclipse y la proximidad de Marte. Es que el planeta se ubicó a 54,56 millones de kilómetros, gracias a las órbitas inclinadas alrededor del sol.
La cercanía se produce una vez a cada 15 años aproximadamente y la última fue en 2003, cuando Marte hizo un récord de acercamiento, quedando a 55,7 millones de kilómetros, una mínima que no se repetirá hasta agosto de 2287. Mientras que para Nicolás fue una oportunidad de obtener la imagen perfecta del planeta vecino, a simple vista también fue visible. Es que durante esa noche del 27 Marte apareció como un visible punto rojo en el cielo terrestre, que se lució aún más la noche de la luna de sangre.