El 24 de abril, Bastián Flores, de apenas 4 años, cayó a un canal entubado y fue arrastrado por la corriente aproximadamente 570 metros. Su papá Claudio, sin pensarlo, saltó atrás de él y afortunadamente pudo rescatarlo. En medio de la conmovedora historia, al papá lo echaron de una distribuidora de bebidas por faltar y a un mes de aquel milagroso hecho sigue desempleado.
Si bien se había rumoreado de que había ingresado a trabajar al sector publico, el propio Claudio lo desmintió. "Sigo sin trabajo, todavía nadie me llamó. Necesito trabajar, tengo una familia que mantener", contó desesperado a Tiempo de San Juan.
Al papá lo dejaron sin trabajo por acompañar a su hijo en la internación, al día siguiente del accidente. A pesar de que había informado lo ocurrido y había avisado que iba a faltar sólo un día, el dueño del comercio decidió echarlo. "Yo fui a decirle lo que me había pasado. No sé si no me creyó o no quiso sacarle el lugar a la persona que me reemplazó. Y está bien, él me daba una mano y no tiene obligación de seguir contratándome", contó en aquella a Diario de Cuyo.