En una facultad sanjuanina abren un espacio para dar de mamar

Es un lugar cómodo para que todas aquellas mujeres que necesiten extrarse leche lo puedan hacer sin inconvenientes.

El espacio es para trabajadoras y estudiantes.
El espacio es para trabajadoras y estudiantes.

Un espacio cómodo para dar de mamar, para que las trabajadoras y estudiantes de la Universidad Nacional de San Juan puedan extraerse leche o darle el pecho a sus hijos. Este lugar de resguardo es el que se inauguró en la Facultad de Ciencias Sociales. En el espacio se encuentra todo lo que necesita una mujer para poder cumplir con la lactancia para su bebé.

Autoridades de la UNSJ, del Ministerio de Salud y representantes de alumnos estuvieron presentes en la inauguración.
Autoridades de la UNSJ, del Ministerio de Salud y representantes de alumnos estuvieron presentes en la inauguración.

Este espacio para la lactancia se suma a los dos que se inauguraron en la facultad de Filosofía y de Ingeniería. Además, el Ministerio de Salud abrió otros centros en el Hospital César Aguilar de Caucete, en el Hospital Federico Cantoni, de Pocito y en el Centro Cívico. Durante este mes se prevé entregar dos reconocimientos como Centros de la Madre y el Niño al Hospital Rizo Esparza de Angaco y al Centro de Salud del Barrio Aramburu.

El espacio es para trabajadoras y estudiantes.
El espacio es para trabajadoras y estudiantes.

Las autoridades de la facultad dijeron durante la apertura que se suman a salud pública para brindarles un espacio confortable y cómodo a todo el cuerpo docente y no docentes y a las alumnas. En representación de los estudiantes, estuvo la presidenta de la Federación Universitaria, Florencia Ficcardi.

La Organización Mundial de la Salud estableció que la leche materna es el único alimento que niñas y niños necesitan hasta los seis meses de vida. Luego de este periodo, se recomienda continuar con la lactancia hasta los dos años o más, acompañada de alimentación complementaria.

Para las mujeres dentro del seno universitario continuar con la lactancia materna se convertía en una pesadilla. Sin lugares donde extraerse leche en forma tranquila, muchas terminaban dejando de dar el pecho no por decisión propia si no por falta de lugar.