Marina es una profesional que se desempeña en el centro Cire de Rehabilitación y Educación de San Francisco, en Córdoba.
Hace poco, fue sometida a una cirugía de la cual no puede recuperarse y atraviesa un momento difícil justamente por esta situación.
Por este motivo, sus compañeras de trabajo y amigas decidieron llevar a cabo una campaña solidaria con la cual "empapelaron" su casa con mil grullas de papel.
El sentido de la intervención proviene de la tradición japonesa que dice que quien junte 1000 grullas de papel, se le concederá un deseo de larga vida y de sanación de enfermedad.
La actitud tomada por estas mujeres en la vivienda de calle Ingenieros al 400, en barrio Sarmiento, se viralizó de inmediato en redes sociales y generó muchos comentarios positivos respecto de la amistad y el acompañamiento en los momentos más difíciles que debe sobrellevar una persona, señala La Voz de San Justo.
Las mil grullas. Cuando Sadako Sasaki tenía dos años la bomba cayó a tan solo 1,5 kilómetros de su casa.
Como consecuencia de ello, desarrolló leucemia, que se le diagnosticó diez años después.
Fue durante el bombardeo atómico contra civiles realizado por Estados Unidos el 6 de agosto de 1945 en Hiroshima.
Su amiga Chizucho le contó la historia de las 1.000 grullas de origami, si deseas algo con mucha fuerza y construyes 1.000 grullas de papel , los dioses cumplirán ese deseo.
Sadako deseó curarse de su enfermedad y se propuso construir las 1.000 grullas de papel, tan sólo logró 644, pero sus amigos continuaron su labor y completaron las 1000 grullas, con la esperanza de que no hubiese más guerras en el futuro y se consiguiera definitivamente la paz.