En una conmovedora muestra del potencial de la salud pública tucumana, un bebé de apenas dos meses fue sometido a una cirugía cardiovascular de alta complejidad que le salvó la vida, marcando un precedente médico y humano para toda la provincia.
Ignacio, el pequeño paciente, fue diagnosticado con una rara condición congénita conocida como anillo vascular completo, una malformación en la que la aorta forma un anillo que comprime simultáneamente la tráquea y el esófago, impidiéndole respirar por sus propios medios.
La intervención quirúrgica fue realizada en el Hospital del Este Eva Perón, por un equipo multidisciplinario del sistema público de salud, bajo la coordinación del cirujano cardiovascular infantil doctor Rubén Toledo, con el respaldo de profesionales del Hospital del Niño Jesús y la supervisión del Ministerio de Salud Pública, encabezado por el doctor Luis Medina Ruiz.
“Este tipo de malformaciones son muy infrecuentes a nivel mundial, y requieren un diagnóstico preciso y una cirugía oportuna para garantizar la vida del paciente”, explicó el doctor Toledo.
“Ignacio no lograba salir del respirador, y tras múltiples intentos fallidos se detectó esta malformación. La cirugía consistió en identificar y seccionar uno de los arcos aórticos, liberando la compresión sobre sus vías respiratorias y digestiva”.
La doctora Gabriela Córdoba, coordinadora de Neonatología, detalló que Ignacio había nacido sano pero reingresó con una bronquiolitis grave. Fue entonces cuando, tras varios intentos de extubación, estudios avanzados revelaron la obstrucción. Una tomografía 3D permitió confirmar el diagnóstico y planificar la cirugía.
El procedimiento duró dos horas e incluyó a un equipo de profesionales altamente capacitado: la anestesista Claudia Medina, la cirujana asistente doctora Magdalena Reyes, y el doctor Gómez Molina, quien realizó el diagnóstico inicial con endoscopía respiratoria. Todo el personal de Neonatología, incluidos médicos de guardia, enfermeras e instrumentadoras, participó activamente en la atención pre y postquirúrgica.
Gracias a la infraestructura del hospital y a la decisión política de fortalecer la complejidad del sistema público de salud, Ignacio pudo ser operado sin necesidad de derivación a otra provincia, lo que representa un salto cualitativo en la atención neonatal en Tucumán.