Todo sucedió el 30 de marzo en el barrio Norte Grande de la ciudad de Salta, cuando Micaela se dirigía la parada de colectivo para juntarse con unas compañeras de la facultad. En el camino, la víctima fue interceptada por tres jóvenes de las cuales dos eran menores de edad.
Las jóvenes mantenían algún tipo de enemistad con la Micaela, que además era vecina, razón por la cual la increparon y comenzaron a golpearla brutalmente. Cuando la derribaron, continuaron pateándola en el piso, a la vez que la apedreaban.
La brutal paliza sucedió a metros de la comisaría local, por lo que lo efectivos, al escuchar el griterío, salieron a auxiliar a la víctima, pero las causantes huyeron al notar la presencia de los uniformados.
Según denunció la familia de la víctima, Micaela ya había sido amenazada por la cabecilla de la patota, y después de más de un mes, la policía logró detener a las tres jóvenes acusadas de la brutal paliza.
Micaela se encuentra internada en el Hospital San Bernado en la capital salteña desde entonces. Se le diagnosticó traumatismo encéfalo craneano, y politraumatismos graves, y debido a la gravedad de las lesiones, debió se operada. En el procedimiento se le injertó un pedazo de hueso que después se le infectó, complicando mucho su estado de salud.
A raíz de las distintas complicaciones que surgieron desde el ataque, hoy Micaela continúa internada con respirador y coma inducido.
Finalmente lograron detener a las tres participantes, y se imputó a Laura Viale (20) por el delito de lesiones graves en banda. Las dos menores de edad que participaron en el ataque quedaron a cargo del Juzgado de Menores de turno.
La fiscal Ana Inés Salinas Odorissio pidió que la joven permanezca privada de su libertad hasta tanto avance la investigación.