Cerca de 13 mil personas viajaron al carnaval jujeño desde Salta

Los lugares elegidos por turistas y salteños para pasar el carnaval fueron Tilcara, Humahuaca y Purmamarca.

Carnaval de Jujuy. (Clarín)
Carnaval de Jujuy. (Clarín)

En el transcurso de la última semana, unas 13 mil personas, entre salteños y turistas, viajaron desde la terminal de ómnibus de Salta a Jujuy para disfrutar del tradicional carnaval norteño.

Los lugares elegidos fueron Purmamarca, Tilcara y Humauaca, y desde la terminal explicaron que el movimiento de gente hacia la provincia vecina comenzó el lunes pasado y se extendería hasta el viernes.

"Desde hace casi una semana que por día han salido unos 800 pasajeros solamente a Purmamarca, Tilcara y Humahuaca. A Jujuy hay varios horarios más, y mucha gente que se va al carnaval también toma ese destino y luego hace trasbordo, en San Salvador, con empresas locales. Cada colectivo tiene su respectivo refuerzo. En total, unas 13.000 personas han viajado desde el lunes pasado hasta hoy", contó el encargado de la boletería de la empresa Balut Hnos, Martín Arbilla.

Sin distinción de edad, el carnaval convoca a todos en Jujuy.
Sin distinción de edad, el carnaval convoca a todos en Jujuy.

"Ayer (por el sábado) salieron 17 colectivos directo a Tilcara, Purmamarca y Humahuaca. Hoy salieron ocho por la mañana y próximamente saldrán cinco más. Cada colectivo tiene 64 butacas", agregó en diálogo con El Tribuno.

Miemebros de una comparsa del carnaval jujeño.
Miemebros de una comparsa del carnaval jujeño.

Uno de los principales atractivos para el turismo en Jujuy es la combinación del carnaval con la cultura ancestral que venera a la Madre Tierrra, la Pachamama, y además de las comparsas pueden observarse personas vestidas de diablo con el tradicional traje y máscaras con distintas muecas diablescas.

"Desentierro" del carnaval en Purmamarca, Jujuy
"Desentierro" del carnaval en Purmamarca, Jujuy

La celebración del carnaval comenzó el sábado, cuando distintos grupos de comparsas llegaron a los pueblos para desenterrar al “diablo”, el carnaval, que fue enterrado al finalizar los festejos del año anterior. El aroma de la albahaca que decora las muñecas y pelo de los carnavaleros, invadió las calles de los pueblos norteños.