Durante 2018 se registraron un total de 292 casos de meningitis o meningoencefalitis, más del doble que durante 2017, en el que de acuerdo a los datos del Sistema de Vigilancia de Salud, hubo 142 casos. En 2016 se registraron 108 casos de la enfermedad.
La meningitis produce una inflamación del sistema nervioso central, principalmente el cerebro y los tejidos que lo rodean, y se debe al ingreso de bacterias, virus o parásitos al organismo.
Existen dos tipos principales de meningitis, la bacteriana y la viral.
En el caso de la meningitis viral, suele ser de "contagio fecoral", es decir que el virus suele eliminarse con la materia fecal y puede ser ingerido por la boca al higienizar pobremente las manos. Se suele producir al final del verano y comienzos del otoño. Afecta a los niños y a los adultos menores de 30 años principalmente. La mayoría de las infecciones ocurre en niños menores de 5 años. Diversos tipos de virus pueden causar meningitis. (Por ejemplo, el mismo que produce el herpes).
"En general son autolimitadas. Solamente hay que controlar el paciente todos los días. Comúnmente no tienen desenlaces fatales", explicó María Paula Herrera, jefa del Programa de Sala de Situación. Por otro lado, la meningitis bacteriana suele ser más grave y requiere tratamiento inmediato ya que puede dejar secuelas.
Los síntomas que presenta un paciente enfermo de meningitis suelen ser dolores de cabeza fuertes, escalofríos, cambios en el estado mental, nauseas y vómitos, fotofobia, dolor de cabeza intenso y cuello rígido.
Prevención
La mejor forma de prevención es higienizar bien las manos de niños y adultos y aplicar las vacunas gratuitas y obligatorias incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación:
- Vacuna Pentavalente: a los 2, 4 y 6 meses.
- Vacuna Neumococo Conjugada: a los 2, 4 y 12 meses. Esta vacuna se encuentra en falta desde el año pasado.
- Vacuna Cuádruple: a lo 18 meses.