Gladys Soto murió en 2012 después de una operación de hernia. Su familia siempre sostuvo que fue la consecuencia de una mala praxis y en 2018 abrió la causa con pruebas para demostrarlo. Siete años después, el médico que la operó Luis Canelada será juzgado y ahora tiene arrestro domiciliario. El juicio será los días 18 y 19 de febrero.
La intervención quirúrgica fue en el Sanatorio Modelo, propiedad de Canelada, y donde Galdys tenía su historia clínica. "Allí estaban las pruebas de mala praxis", contó su hijo, Ezequiel Martel, a Informate Salta.
"Tenía una hernia arriba del pupo, era una operación similar a la de apendicitis, no tenía mayor complejidad, sale del quirófano, estuvo unos días. La mandan a la casa, volvemos, y el doctor Núñez Burgos que recibe a mi mamá nos dice "estoy recibiendo una bomba de tiempo" estaba en un estado crítico. Fue operada el 12 de octubre y falleció el 9 de noviembre", agregó.
A partir del desenlace, y a pesar de todo esto, y de todas las presentaciones, Canelada, evitaba a la Justicia, a través distintas presentaciones de sus defensores, comparecer ante la justicia.
Finalmente, el pasado miércoles el profesional se presentó en silla de rueda ante la justicia con familiares y doctores a manera de testigos. El nuevo Fiscal que entiende en la causa, solicitó arresto domiciliario y llamó a audiencia para el día lunes 18 y martes 19 de febrero.