Desde hace días crece la preocupación por la situación actual de los atrasos en la actualización en los precios de referencia de la garrafa social, como informó un comunicado de la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado.
Según lo que comunica el sector, el atraso es tan grave que aunque la estructura de costos obliga a un precio mayorista de $ 354 sin impuestos por cada garrafa de 10 kg, en planta de fraccionamiento de zona norte del país y de $ 400 en el norte, el precio determinado por la Autoridad de Aplicación es de apenas $ 185 para todo el territorio nacional.
En Salta, el representante de una distribuidora de garrafas de gas describió la situación actual en diálogo con Informate Salta, explicando que "el panorama es complicado, hay muchos temas que vienen desde hace años como la competencia desleal, los precios de referencia. Nosotros somos distribuidores franquiciados. Prestamos nuestros envases a pequeños comercios para que ellos a su vez los vendan al público". Agregó que "hoy en día un envase de gas cuesta alrededor de $3.500. Nosotros compramos las garrafas en cuotas, se las prestamos a los comercios, ellos nos compran el gas y lo venden".
"No podemos competir con el precio de referencia porque la gente busca ese precio. Si nosotros tenemos que aumentar otros gastos sobre ese precio, no es competitivo en la calle”.
Como señaló el representante, muchas empresas en Salta deben pagar precios altos a sus empleados porque entran en un convenio colectivo de trabajo de los petroleros, pero el precio de las garrafas no es acorde a los sueldos que deben pagarse. Además, explicó que "hay una planta de gas en ruta 26 que llenan cualquier garrafa de gas, sin controlar si está vencida o si pertenece a otra marca, con todos los riesgos que esto implica. Ese gas sale barato porque no gastan en las garrafas, esquivan muchos costos, mantenimiento, todo lo que implica la seguridad".
Aunque la garrafa social está en $ 340, los que realizan la distribución deben venderla más cara para cubrir el gasto. "Es una cadena", expresó el representante. Muchas familias viven de este sector, pero no tienen un sindicato. "Todos tenemos el mismo problema, no podemos competir con el precio de referencia porque la gente busca ese precio. Si nosotros tenemos que aumentar otros gastos sobre ese precio, no es competitivo en la calle".