Francisco Gómez Paz es un diseñador nacido en Salta en 1975, y ganó el premio Compasso D'Oro, el más importante del mundo del diseño industrial, por el diseño de una silla desarrollada completamente en su ciudad natal.
La silla Eutopia se produce de forma industrial pero mantiene el espíritu artesanal, y ganó en la categoría "Diseño para el habitar". Por primera vez en la historia, una pieza producida y fabricada en la Argentina es finalista de este premio, que desde 1954 distingue a la excelencia del diseño. El Observatorio Permanente de la Asociación por el Diseño Industrial, conformado por diseñadores, historiadores, críticos, periodistas y expertos, fue quien la eligió.
Francisco llegó a Milán en 1998 con su diploma de la Universidad de Córdoba en diseño industrial, y desarrolló allí su carrera, pero hace tres años regresó a Salta para montar un taller digital que le permitiera fabricar Eutopia, el primer producto completamente argentino que recibe este reconocimiento. Al recibirlo en la sede del ADI Design Museum de Milán, el diseñador destacó la importancia del valor de producción nacional de la silla.
Lo llamativo de su diseño es que no utiliza clavos ni tornillo, sino que los cuatro planos de multilaminado se intersecan en un encastre y se unen con cola. Eutopia se fabrica en serie, con control numérico, corte láser e impresión 3D, y utiliza madera de Kiri, lo cual le permite soportar más de 100 kilos pero pesar apenas 1,8 kilos.
Como parte de la cuarta revolución industrial, Francisco destacó que este reconocimiento demuestra que la realización completa de un proyecto en este ámbito, puede realizarse de forma completa en situaciones alejadas al tejido industrial habitual. La silla se presentó en el Salón Internacional del Mueble de Milán en el 2018, y fue exhibida en galerías de diseño prestigiosas.
La silla no tiene clavos ni tornillo, sino que los cuatro planos de multilaminado se intersecan en un encastre y se unen con cola.
Francisco Gómez Paz es una estrella de la empresa italiana Luceplan, para la cual ganó también este premio en el 2011, con la pieza Hope. Su decisión de producir en la Argentina surgió de la necesidad de experimentar e innovar.
A causa de la cuarentena, Gómez Paz debió llegar a Milán con tiempo de sobra para cumplir los protocolos de aislamiento. Como informa La Nación, señaló emocionado que "este momento es único, es un sueño poder unir mis dos mundos, Argentina y Milán. Y una utopía que se cumplió: producir desde Salta un producto de relevancia internacional."