Los dueños de la confitería San José, ubicada en el centro salteño, recientemente solicitaron la quiebra a causa de una importante deuda con la AFIP. Preocupados por su pérdida de trabajo, empleados de hasta 20 años de antigüedad buscan reinventarse.
En el marco de la pandemia por coronavirus, que dejó en crisis económica a muchos comercios de la provincia, la confitería arrastraba también deudas de alquiler y pagos de servicios públicos, además de enfrentar un juicio laboral.
Los empleados presentaron un pedido ante el juez encargado de la solicitud de quiebra: que se les permita a los nueve conformar una cooperativa para seguir trabajando. El juez sostuvo que el pedido podría ser viable.