La puerta de la casa de Rosa Sulca, la maestra asesinada el 28 de abril en Villa Mitre, se convirtió en un santuario, donde vecinos y exalumnos dejan flores y cuelgan carteles con pedidos de justicia.
Los vecinos del barrio no olvidan lo que le hicieron a Rosita. Los jóvenes que fueron sus alumnos tampoco. En la escena del femicidio, donde hasta hace días había cintas perimetrales, ahora hay mensajes de cariño para la maestra salteña. La gente la homenajea y clama por Justicia.
Por el femicidio de Rosa Sulca hay dos detenidos e imputados. Un joven de 19 años y una menor de 17. Se presume que durante la madrugada del 28 de abril, los acusados ingresaron a la casa de la víctima para robarle. La golpearon y apuñalaron.
En un intento por salvar su vida, Rosa llamó al 911. Pidió ayuda, pidió que vayan rápido porque, advirtió desesperada, que la estaban matando. Dos agentes de la comisaría N°4 fueron a su casa. Como encontraron todo en silencio y nadie salió a atenderlos se fueron. Horas después del femicidio quedaron detenidos e imputados por abandono de persona e incumplimiento de sus deberes como funcionarios públicos. Esta semana fueron liberados.
También están imputados el Jefe de Operaciones y agentes del Sistema de Emergencias 911, entre ellos el operario que atendió la llamada de Rosa Sulca antes de morir apuñalada.