Con su silla de ruedas se las ingenia para moverse dentro de su precaria casa y para salir a la puerta a pedirle a algún vecino que le compre pan. María de los Ángeles Rodríguez padece una distrofia muscular avanzada y vive sola en el barrio San Justo, en la zona sudeste de la ciudad de Salta.
Tampoco tiene obra social y necesita una silla de ruedas a motor porque ya no tiene fuerza en sus brazos para empujar la que usa actualmente. También le serviría para movilizarse con más facilidad aunque las calles de tierra de su barrio están llenas pozos. Está literalmente aislada.
María, de 62 años, le contó al diario El Tribuno que sufre la enfermedad hace doce años. Al principio podía caminar, con dificultad, pero con el tiempo sus músculos se fueron debilitando y deteriorando. La silla de ruedas fue su única opción para no quedar postrada en una cama.
Vecinos y miembros de una iglesia cristiana evangélica le colaboran con las tareas cotidianas. Le hacen las compras del almacén, también la ayudan a bañarse o a trasladarse al centro a hacer algún trámite. "Mi distrofia muscular ya está muy avanzada. Tengo toda mi columna en forma de una canaleta, hundida", relató.
La mujer es de Buenos Aires pero se mudó a Salta hace unos años y consiguió el terreno en San Justo donde construyó su casa con bloques. Cobra una pensión de $9000, que gasta en medicamentos porque no tiene obra social.
"Se me están durmiendo todos los músculos. Lo mismo me pasa con las piernas y el médico me dijo que va a llegar el momento en que si o si voy a necesitar que alguien me cuide", expresó y agradeció la ayuda de su Iglesia.
Las personas que deseen ayudar a María de los Ángeles Rodríguez, quien necesita una silla a motor, pueden concurrir al barrio San Justo, cercano a Sanidad, manzana 5, casa 47 o comunicarse al siguiente teléfono celular: 01131836836.