Una joven de 31 años está internada en grave estado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) tras recibir un balazo en el rostro este martes por la noche en barrio Larrea, ubicado al noroeste de Rosario.
Versiones preliminares indican que la mujer estaba fumando en la vereda de su casa ubicada en la zona de De la Salle al 7100, cuando tres hombres que iban a pie dispararon en dirección a ella, hiriéndola en la cara. “Estábamos adentro de la casa cuando escuchamos los tiros y cuando salimos la encontramos tirada delante de las camionetas”, testificó el cuñado de la víctima.
La joven, identificada como Débora T., fue trasladada de forma urgente al Heca, en estado de lucidez, pero con mucha pérdida de sangre. Allí quedó internada en estado grave con una herida de arma de fuego con entrada por zona occipital y salda por la boca. Su estado actual es reservado y permanece en observación.
“Nosotros no tenemos nada con nadie. Hace 50 años que vivimos acá y nunca tuvimos problemas con nadie. Ninguno tiene antecedentes, solo somos vendedores ambulantes”, explicó el pariente de la mujer, que insistió en que los delincuentes se equivocaron de objetivo o dispararon sin ninguna intención más que la de matar a alguien.
Y agregó: “La otra vez, el viernes, vinieron y le gatillaron a mi hijo, pero no les salió el disparo”. La Fiscalía de Homicidios Dolosos en turno quedó a cargo y dispuso las primeras medidas de rigor para esclarecer el hecho.
¿Qué otro episodio violento tuvo al noroeste de Rosario como escenario?
Este no es el único hecho violento acontecido en la zona noroeste este martes 13 de junio. Cerca del mediodía, un merendero ubicado a metros de una Comisaría fue blanco de una balacera y los administradores del lugar argumentan que los delincuentes utilizaron el lugar para dejar un mensaje mafioso por una venganza narco.
La balacera al edificio dependiente de una entidad religiosa sucedió cerca de las 11 de la mañana en la zona de Casilda y Solís, a 40 metros del edificio policial y los vecinos identificaron a uno de los gatilleros como alguien que reside en el barrio.