Dos días después de la muerte de Silvina Luna en Buenos Aires, Telefe le rindió homenaje este sábado a la noche en un programa especial. En medio de la tristeza, su tía repasó los recuerdos más emotivos de la infancia de la finalista de “Gran Hermano” en 2001.
“Era un payasito”, dijo Vilma Chera cuando repasó los primeros años de vida de la modelo y actriz nacida en Rosario. El día anterior, la mujer también brindó un relato duro y conmovedor sobre el momento en el que la familia advirtió que su cuadro era irreversible.
Durante la charla con Marley, la tía “Vil” remarcó que Silvina Luna era “muy parecida” a su mamá. A continuación reiteró que la ex “Gran Hermano” era un “ser de luz” y ella siguió “todos los movimientos” que hizo desde que se fue de la ciudad.
La prima hermana de Roxana Chera tuvo una relación muy estrecha con su sobrina desde que era pequeña. “Yo le enseñaba guitarra”, apuntó sobre los momentos que compartieron en Rosario.
Vilma era parte del elenco estable de los asados familiares que organizaba Sergio Luna cada sábado en la zona sur de la ciudad. El papá de Silvina se encargó de construir la casa de Garibaldi al 500, donde se criaron la modelo y su otro hijo Ezequiel.
Sui Generis y Rosario Central en la infancia de Silvina Luna
Cuando visitaba a su tía, Silvina Luna “tocaba todo como cualquier chico”. Si bien era “revoltosa”, también divertía a toda la familia. “De todos sacábamos una sonrisa”, explicó la prima hermana de Roxana.
Como maestra de guitarra, Vilma le propuso a su sobrina que aprendiera canciones música popular argentina. El plan fracasó de inmediato, dado que la nena le contestó: “Folclore no. Vamos a hacer Sui Generis”.
Por otra parte, la tía de Silvina remarcó que la familia vivía “siempre apoyándola con su Rosario Central, que lo llevaba en el alma”. Así destacó la pasión canalla que la actriz cultivó desde la infancia e incluso hizo enojar a Carolina Losada en un programa de televisión.
“De chiquita era una belleza”, expresó Vilma respecto de su sobrina. Si bien no pudo viajar más a Buenos Aires porque tiene pendiente una cirugía de cadera, siempre estuvo al tanto del tratamiento en el Hospital Italiano. Como contracara de la angustia que provocó la muerte de la rosarina, destacó los recuerdos que compartieron y afirmó: “Hemos pasado maravillas”.