Desde hace mucho tiempo, se presenta en las góndolas como “el aperitivo del pueblo argentino”. A partir de la publicación de un ranking que incluye a todo tipo de rivales, el Amargo Obrero ratificó que es orgullo rosarino y se anotó entre los 50 mejores licores del mundo. La lista sólo incluye la versión del fernet hecha con menta.
La clasificación que abarca 25 países dejó a la bebida creada en la ciudad santafesina en un lugar destacado. Aunque no alcanzó el top 10, superó al Campari y el Cynar, entre otros productos muy populares en las cartas de coctelería y las barras de los bares.
Amargo Obrero tiene un promedio de 3,9 puntos sobre un máximo de 5. Así se colocó en el escalón 31 de la lista de los 50 mejores licores del mundo en el sitio especializado Taste Atlas.
El aperitivo creado en Rosario es el único producto argentino del ranking. Los resultados se basan en la opinión de la audiencia de la página, diseñada para reconocer usuarios reales e ignorar desde bots hasta los votos con tendencia nacionalista o patriótica.
Hasta el domingo 15 de octubre, Taste Atlas recopiló 3.087 puntuaciones y 2.441 fueron declaradas legítimas mediante el sistema. Además, el sitio le da mayor valor a la opinión de aquellas personas que identifica como conocedoras del tema.
¿Cuál es la receta del Amargo Obrero?
El Amargo Obrero comenzó a fabricarse en 1888. Pedro Calatroni y Hércules Antonio Tacconi empezaron a elaborarlo y venderlo en Rosario con la combinación que trajeron al país otros inmigrantes italianos como el primero de ellos.
El sabor del aperitivo se popularizó entre los trabajadores argentinos y marcó un contraste con el gusto dulce de las bebidas de la clase alta. Aunque nació y creció en la ciudad, la producción y comercialización actualmente está actualmente en manos del Grupo Cepas.
La bebida nacida en Rosario es el resultado de una mezcla de hierbas. El combo incluye carqueja, manzanilla y muña muña.
Durante muchísimo tiempo, el Amargo Obrero se tomó con soda. No obstante, hoy es muy común prepararlo con gaseosa cola o pomelo y también se metió en las cartas de coctelería para diferentes tragos.
Es conocido como el aperitivo del pueblo argentino y una bebida insignia de la clase trabajadora que celebra la tradición, la agricultura, la ganadería y representa al movimiento obrero.
Y, junto a las bebidas Hesperidina, Pineral y Hierroquina, forma parte de marcas íconos en el país y resultado de los movimientos sociales, culturales, políticos de su época.