La investigación del crimen de un joven baleado y maniatado en el barrio Municipal de Rosario arrojó este lunes nuevos detalles que confirman la hipótesis de una ejecución mafiosa. Uno de los más relevantes fue el hallazgo de un cable alrededor del cuello de la víctima durante la inspección del sitio en el que arrojaron el cadáver.
Fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) indicaron que Emanuel Sánchez (25) recibió un disparo en el cráneo y presentaba otras lesiones similares en el cuerpo. Su cuerpo estaba atado de pies y manos cuando la policía llegó hasta el estacionamiento ubicado sobre Lorenzini al 4600, cerca del cruce con la calle Lola Mora.
En el comienzo de la pesquisa a cargo del fiscal Patricio Saldutti, las autoridades aclararon que el muchacho no tenía signos de ahorcamiento. Si bien faltaba el resultado de la autopsia en el Instituto Médico Legal (IML), todo indica que murió por los balazos.
En la escena del crimen, los brigadistas recogieron ocho vainas servidas de proyectiles calibre 9 milímetros y seis plomos deformados. El material fue enviado a peritar junto con los cables con los que ataron a la víctima.
A partir de los indicios que dio a conocer el MPA y los primeros testimonios recabados en el barrio, los investigadores creen que los delincuentes llevaron a Sánchez en auto y lo arrojaron en el estacionamiento. Una versión extraoficial apuntaba a un vehículo blanco, aunque la Justicia mantuvo bajo reserva la descripción.