La Justicia Federal de Rosario condenó a cuatro años y cinco meses de prisión y al pago de una multa de $4.680.000 a un inspector de tránsito que, bajo el apodo de “Willy Wonka”, se dedicaba a la venta de drogas de diseño en fiestas electrónicas, bares y también mediante envíos a domicilio.
Su actividad fue descubierta tras una investigación de la Oficina de Narcocriminalidad del Área de Investigación y Litigio de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Rosario que lo vinculó con el tráfico de estupefacientes en la ciudad y por la que fue detenido en diciembre pasado.
El joven de 32 años, identificado como Víctor Sebastián Cicchirillo, trabajaba como inspector en la Dirección General de Tránsito de Rosario, pero en paralelo mantenía una red de comercialización de sustancias ilegales, entre ellas una droga conocida como “Wonka”, una pastilla sintética que simula ser una golosina. Su nombre deriva del famoso personaje de ficción de la fábrica de chocolates.
De acuerdo a la información revelada durante el juicio, el acusado utilizaba su empleo como fachada mientras se movía por el circuito nocturno ofreciendo las pastillas. La venta se realizaba en fiestas electrónicas, locales nocturnos e incluso por delivery.
Los fiscales del caso, Franco Benetti y Santiago Cruz Alberdi, explicaron que el imputado realizaba las entregas de manera discreta y que, gracias a su cargo, conocía los horarios y zonas de controles, lo que le facilitaba la distribución. La investigación se inició en agosto de 2023 y fue respaldada por escuchas telefónicas, vigilancia encubierta y testimonios.
Tras el juicio, Cicchirillo fue condenado por el delito de comercio de estupefacientes, mientras que su pareja, Eliana Soledad Cabrera, también fue sentenciada, pero en carácter de partícipe secundaria del mismo delito, a tres años de prisión de ejecución condicional, al pago de $2.600.000 de multa y a la imposición de reglas de conducta por el plazo de la pena.
