El anuncio de un paro de pasajeros de colectivos en Rosario no cayó nada bien en la Municipalidad. Si bien admitió que hay problemas en el servicio, el intendente Pablo Javkin minimizó el alcance de la convocatoria y este lunes anticipó que “no va a contribuir en nada” frente a la situación actual.
Hace un mes, el Ejecutivo anticipó que los ómnibus más usados tardarían menos de 10 minutos como resultado de una mejora de las frecuencias. Desde entonces subsisten demoras importantes en varias líneas urbanas y tampoco se arregló el sistema Cuándo Llega, otra de las medidas que se dieron a conocer entonces.
Ante esta situación, el vecinalista y ex precandidato a concejal Claudio Gershanik propuso no pagar el viaje el miércoles 6 de abril en protesta por el mal servicio. Cuando le preguntaron sobre el impacto que puede tener esa iniciativa, Javkin respondió: “Con mucho respeto lo digo porque además lo conozco, no se le puede dar esa entidad a todos”.
El intendente sostuvo que su “prioridad” en cuanto al Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) es resolver un “problema puntual” en el funcionamiento de las líneas que opera El Cacique. “Yo no quiero dejarle a la ciudad un juicio millonario en contra”, advirtió sobre los límites que tiene para abordar el conflicto con la empresa.
Javkin apuntó que el “90 % de los reclamos” se refieren a la firma mendocina y los colectivos que tiene a su cargo en Rosario. Según informó Radio 2, añadió como un factor negativo que el gasoil aumentó 34 por ciento en marzo, un mes después de la última actualización del precio del pasaje.