Sufrió hasta el final, pero Argentina ya está en los octavos de final del Mundial. Y la participación de los santafesinos fue decisiva en el duelo ante Nigeria, tanto para bien como para mal.
Leandro Armani: Si bien lo exigieron poco, mostró gran seguridad y confianza pese a haber sido su debut absoluto en la Selección. Tapó un mano a mano que hubiera significado la eliminación de Argentina, y no tuvo nada que hacer en el penal. También mostró buen juego de pies.
Javier Mascherano: Fue el peor jugador de la Selección. Muy impreciso en los pases, lento en las coberturas, con fallas en la comunicación como en la pelota que se terminó yendo al córner que derivó en el penal. Y encima cometió una leve falta, pero falta al fin, por la que el árbitro decretó la pena máxima que se transformó en el empate transitorio de Nigeria.
Ever Banega: Enorme primer tiempo del ex Newell's. Inteligentísimo para ubicarse en la cancha y meter siempre el pase justo, entre líneas. Uno de sus punzantes pelotazos fue la asistencia que terminó en el gol de de Lio Messi. Demostró que si está en buenas condiciones físicas y se mete en el partido, puede ser determinante. En el complemento estuvo mejor cubierto y no fue tan gravitante.
Lionel Messi: Fue de mayor a menor, pero igualmente terminó siendo el mejor partido del Diez. Hizo un golazo y clavó un tiro libre en el palo. Al contar con Banega detrás suyo armando juego, pudo ubicarse como punta y su rendimiento mejoró. El mejor jugador del mundo todavía puede dar más.
Ángel Di María: Como casi todo el equipo, arrancó con todo, muy punzante por banda y generando peligro, pero se fue desdibujando con el correr de los minutos. En el complemento, cuando su juego ya era intrascendente, fue reemplazado.